Dado que la democracia tal como la conocemos se refiere a la democracia liberal, basada en las libertades individuales y poco más o, incluso, nada más en absoluto, habrá que empezar por preguntarse si dicha concepción —democracia liberal— no encierra en su seno una contradicción irresoluble. ¿Puede una democracia, cuyo valor supremo es lo mío por encima de cualquier otra consideración (incluso la supervivencia del planeta), llegar demasiado lejos? ¿Se puede llamar democracia a la lucha sin cuartel de todos contra todos?
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