Hace 6 años | Por lol_lol a elplural.com
Publicado hace 6 años por lol_lol a elplural.com

El BOE, a través del Real Decreto 1760/1996, recoge el nombramiento del nuevo Director del Instituto Nacional de Administración Publica. El agraciado no es otro que Enrique Álvarez Conde, el director del máster fantasma de Cristina Cifuentes. ... "fue un asiduo asistente de FAES entre 2003 y 2010, época en la que la Fundación presidida por José María Aznar aún estaba vinculada directamente al Partido Popular." ... " en su currículum ensalza la labor que realizó como director del Instituto Nacional de Administración Pública entre los años 1996"

Comentarios

Minipunk

Yo, cuando le escuché decir que recibia los trabajos de Cifuentes no por email sino por otro medio "que no recuerdo ahora", creí estar escuchando a mi sobrino pequeño cuando le pillas en una mentira.

l

"Además, Álvarez Conde consta como autor de un artículo los Cuadernos de Pensamiento Político de FAES, en concreto en su número 11 de julio/septiembre de 2006."

Ahí demostrando neutralidad politica en la enseñanza, luego claro no existe el adoctrinamiento.

D

Asi va Españistan. Gobernando incultos franquistas con titulos regalados. Les importa una mierda este pais. Lo insólito es que ven lógico que les regalemos los titulos porque estudiar es de pobres y comunistas.

D

Escuché la entrevista y me daba un mal rollo escucharlo hablar una y otra vez de la profesora como su "discípula", parecía el jefe de una secta

Grecott

Se reparten los master, los sobres, los puestos importantes entre familiares, se reparten los impuestos públicos, lo que sobra lo envían a Suiza, su auténtica patria y les votamos en masa. Salen en TV cada día diciendo con máximo cinismo que esto es lo mejor que podríamos tener y les creemos. Nos los merecemos. Nos merecemos este gobierno, nos merecemos ser el segundo país con mayor desigualdad social de Europa a pesar de toda nuestra enorme riqueza, nos merecemos la inestabilidad social y territorial que vivimos. No damos para mas. Tenemos mentalidad de autoexplotadores, de sufridores. En el norte de Europa tienen la misma riqueza aproximada que nosotros y gozan de los mejores sistemas de bienestar del mundo y economías saludables y gobiernos limpios. Ellos tienen el modelo nórdico de bienestar. Nosotros la desigualdad, la corrupción y la explotación laboral.


Byung-Chul Han en su libro La sociedad del cansancio

(Resumen de un profesor de Psicología social en París)

El neoliberalismo ha logrado, mediante el acoso de la publicidad, la idealización del lujo y el consumismo compulsivo, que nos convirtamos en esclavos del trabajo, sometiéndonos por propia voluntad a sus intereses. Que seamos nuestros propios verdugos, matándonos a trabajar, literalmente, y que veamos este estilo de vida, asfixiante, ultra competitivo y enfermizo, como algo natural, deseable y positivo. Al final estamos agotados y deprimidos, sometidos al criterio de una supuesta eficiencia. Se reduce al individuo a mero competidor del otro y la vida a la entrega al trabajo y el rendimiento. Esclavo de si mismo. Explotador de sí mismo, sin tiempo para ser libres, sin tiempo de ocio.


El neoliberalismo “ha tomado nuestras mentes” y nos ha convencido que debemos exigirnos lo imposible para complacer a los mercados y ganar dinero sin descanso, nos ha convencido que debemos dar nuestra vida, entregarla trabajando al nuevo dios del beneficio empresarial. El propio individuo se auto exige trabajar y rendir hasta la enfermedad. El trabajador se convierte en su propio explotador. Mientras, ellos, los que hablan de trabajar sin descanso para encontrar la felicidad, pasan los días practicando golf, leyendo, jugando, paseando al perro, descansando con sus familias o tomando vino al borde de la piscina. Es decir, viviendo. Relajándose. El neoliberalismo es para los incautos, para las masas, que poco o nada entienden de sofisticadas estrategias de manipulación mental e ingeniería social. Ellos prefieren vivir a competir sin descanso. El fin es convencer a las masas que pueden ser felices matándose a trabajar, compitiendo entre ellos hasta lo irracional, cuando el verdadero objetivo es, que generen beneficio a cambio de poco dinero y muchas horas de trabajo. Y lo han conseguido.


El neoliberalismo ha logrado que nos sintamos libres mientras nos explotamos a nosotros mismos. Agotados, estresados. Aislando a cada individuo en la obsesión de sus objetivos materiales, para que las clases medias y bajas no se unan y reivindiquen una vida mas digna, mas tranquila, mas libre, mas lúdica, mas justa, mas humana.


La sociedad cansada, la sociedad de esclavos agotados que piensan que han triunfado, que piensan que son libres.