Hace 3 años | Por --76276-- a iustel.com
Publicado hace 3 años por --76276-- a iustel.com

La ley del impuesto sobre sucesiones de España establece un trato diferenciado por razón de parentesco. Sin que se le ocurra al legislador otro argumento que la tradición. Resulta sorprendente que se utilice la tradición para eludir los principios de capacidad económica y de igualdad, que son los que deben presidir los tributos. Esta llamada o apoyo en la tradición -en realidad, inercia legislativa- trae causa de otra, procedente del Código Civil. En este cuerpo legal se acoge un privilegio del que gozan determinados parientes del que fallece.

Comentarios

D

#2 Si el fallecido decide en vida a quién le deja la herencia no es un robo. Si muere sin especificarlo, la herencia va en vía descendiente, por lo que tampoco es un robo ya que esas pertenencias pasan a ser parte de los miembros de la familia inmediatamente posteriores. Que venga un tercero, que no debería tener nada que pinchar ni cortar en un suceso como este, a llevarse lo que él considere "justo" bajo coacción es un robo.

D

Lo del impuesto de sucesiones tiene fácil solución. Lo quitamos para que el estado no robe a los muertos y problema arreglado.

tiopio

#1 Quien roba a los muertos son sus herederos.

D

Las herencias van en contra de la igualdad de oportunidades.
Yo entiendo el caso de un padre/madre que tenga un hijo minusválido y quiera dedicar su vida a amasar una fortuna suficiente como para que su hijo no tenga que preocuparse de por vida de su sustento. Es un sacrificio humano, noble y que hay que respetar. También entiendo que los hijos tengan derecho a heredar vivienda familiar del padre/madre en la que se criaron por razones también humanas.
Más allá de eso, las herencias no deberían existir. Van en contra de los principios de justicia e igualdad de oportunidades.
Lo que hay que corregir es el sistema español de que hoy son ricos, vía herencia, los descendientes de aquellas personas que hasta en los siglos XV o XVI traicionaron a los reyes y como tras guerras y asesinatos quedaron ganadores, les colmaron de riquezas.