Disfrazado como un fantasma, con un mantel y unas sábanas, intentó cometer el robo más surrealista que recuerdan en un hotel de Albolote, en Granada. Le salió fatal: el recepcionista forcejeó con él, no se llevó nada y los agentes le detuvieron a pocos metros, escondido en unos matorrales.
Comentarios
Fijo que acababa de ver Casper.
vaya mierda de fantasma
Ya lo dijo alguien