El empresario recuerda cómo, al llegar “con una mentalidad socialdemócrata occidental”, buscaba implantar un modelo en el que la jornada laboral se limitara a lunes a viernes. Sin embargo, sus colaboradores chinos reaccionaban con incredulidad y preocupación, ya que para ellos, trabajar el fin de semana es la norma, no la excepción. "Nadie en su sano juicio en China puede entender por qué un empresario que monta una fábrica para ganar dinero decide, voluntariamente, tener las máquinas paradas dos de cada siete días a la semana", explica Adrián
|
etiquetas: china , emprendimiento , fabricas , adrian diaz