El día que entren de verdad a investigar a la universidad, sus cuentas, sus chiringuitos, sus influencias y todo lo demás, lo vamos a flipar. Pero no lo van a hacer jamás.
#2 Aquí uno al que le han puesto en la lista negra de una universidad y un organismo público de investigación por denunciar los procesos de selección. Es una lucha a de desgaste constante contra:
1- El tribunal, que tratará de ignorarte, dar la menor información posible, agotar los plazos para responderte con la esperanza de que te canses o se te pase el plazo para presentar el recurso si esperas a las actas, y por qué no, falsificar documentos. Total, no les va a pasar nada.
2 - El Organismo, que intentará de todas las formas silenciarte y no arbitrar en la disputa, ya que internamente están al tanto del reparto del plazas. En caso de que les salga "mal", para cuando termina el juicio la otra persona ya es funcionaria y se resuleve "regalando" otra plaza como castigo al Organismo para que te den la que legalmente ganaste en la opsoción, por lo que el sistema promueve esta práctica.
3 - El Ministerio, donde el Subsecretario barre para casa y se ampara en la discreccionalidad técnica de los tribunales y en las convocatorias con bases muy ambiguas para permitir que siga el especatáculo. En otras oposiciones el opositor sabe la nota de méritos que tiene antes de presentar los papeles, en ciencia nunca sabrás que mértios se han valorado, cuánto y por qué ni depsués de la nota.
4 - El contencioso-adeministrativo, que además de sablarte a costas y hacerte ir a segunda de entrada, vas a dilatar el proceso años para que el juez falle casi automáticamente a favor del tribunal. Además, creo recordar que las costas del contencios-administrativo no están estipuladas y te pueden condenar a pagar una pasta.
Comentarios
El día que entren de verdad a investigar a la universidad, sus cuentas, sus chiringuitos, sus influencias y todo lo demás, lo vamos a flipar. Pero no lo van a hacer jamás.
#1 Eso es tabú, y a nadie le interesa, ni a los propios interesados...
#2 Es que a los propios interesados les parece bien tragar sapos para después de unos años tener tu plaza.
#2 Aquí uno al que le han puesto en la lista negra de una universidad y un organismo público de investigación por denunciar los procesos de selección. Es una lucha a de desgaste constante contra:
1- El tribunal, que tratará de ignorarte, dar la menor información posible, agotar los plazos para responderte con la esperanza de que te canses o se te pase el plazo para presentar el recurso si esperas a las actas, y por qué no, falsificar documentos. Total, no les va a pasar nada.
2 - El Organismo, que intentará de todas las formas silenciarte y no arbitrar en la disputa, ya que internamente están al tanto del reparto del plazas. En caso de que les salga "mal", para cuando termina el juicio la otra persona ya es funcionaria y se resuleve "regalando" otra plaza como castigo al Organismo para que te den la que legalmente ganaste en la opsoción, por lo que el sistema promueve esta práctica.
3 - El Ministerio, donde el Subsecretario barre para casa y se ampara en la discreccionalidad técnica de los tribunales y en las convocatorias con bases muy ambiguas para permitir que siga el especatáculo. En otras oposiciones el opositor sabe la nota de méritos que tiene antes de presentar los papeles, en ciencia nunca sabrás que mértios se han valorado, cuánto y por qué ni depsués de la nota.
4 - El contencioso-adeministrativo, que además de sablarte a costas y hacerte ir a segunda de entrada, vas a dilatar el proceso años para que el juez falle casi automáticamente a favor del tribunal. Además, creo recordar que las costas del contencios-administrativo no están estipuladas y te pueden condenar a pagar una pasta.
Y es crónica, por eso las privadas tienen más y mejores profesores
Pocos sitios mas corruptos y chanchulleros que las universidades
Aclaración: el artículo habla de la universidad pública.
Por fortuna el ministro al mando es de Podemos y lo va a arreglar en breve.
JAJAJAJAJAJA
En las facultades de informática no hay endogamia, por razones obvias.