Hace 1 año | Por blodhemn a publico.es
Publicado hace 1 año por blodhemn a publico.es

Los residuos electrónicos de los países ricos no dejan de crecer. Pero solo una pequeña parte se recicla en casa: la mayoría acaba en vertederos en países en desarrollo, causando graves problemas de salud humana y medioambiental. Cadáveres de televisores, ordenadores, teléfonos móviles, frigoríficos, routers, teclados, copiadoras, altavoces, consolas de videojuegos, aparatos de aire acondicionado, reproductores de música, impresoras, lavadoras, placas y baterías solares se amontonan en el gigantesco vertedero de Agbogbloshie (Ghana)...

Comentarios

Anfiarao

Ya se van viendo menos, pero todavía hay economistas (y algún despistado que ha escuchado a estos economistas y se ha creído su discurso) que defiende el desacoplamiento económico-medioambiental, o lo que es lo mismo, que se puede seguir creciendo económicamente y al mismo tiempo reducir la presión sobre los ecosistemas naturales

Luego, cuando se leen las noticias de este meneo, o aquellas que hablan de que emitimos menos Co2 que muchas de los países asiáticos (china, indua, etc.) pero estamos rodeados de productos manufacturados en esos países, pues ya ese pensamiento mágico económico se te pasa al instante

s

#4 Los niveles de vida se miden en la salubridad del medio ambiente, los barrios más ricos suelen ponerse lejos de polígonos industriales y más cerca de zonas de naturaleza y con menos presión urbana. Un barrio de clase obrera tienen con hormigón hasta los alcorques de los árboles. Es una señal del comienzo de la decadencia en distintos imperios, cuando la naturaleza empezó a notar síntomas de saturación y a dar signos de alarma de que a este ritmo la cosa se termina.

manbobi

Es el eje de la economía circular.

Gry

¿Y cuántas toneladas exportamos de forma legal para que sea reciclada donde no moleste?

eixerit_yo

se llama ayuda a la cooperación

c

"solo un huevo contiene 220 veces más dioxinas cloradas que el máximo tolerable para su ingesta diaria"

Los estamos envenenando con nuestros caprichos.