Tres días antes de dar su último aliento voluntariamente, la caravana de Jan y Els estaba estacionada en un puerto deportivo iluminado por el sol en Frisia, en el norte de Países Bajos. Era una pareja a la que le encantaba moverse y había vivido la mayor parte de su matrimonio en una casa rodante o en barcos."A veces intentamos [vivir] en una casa", bromeó Jan cuando los visité, "pero no funcionó". Con 70 años estaba sentado en el asiento giratorio del conductor de la camioneta sobre una de sus piernas: era la única posición que aliviaba
Comentarios
Porque quisieron y en países bajos no hay abogados cristianos
haciéndose oirdando porculoPorque son sus vidas y nadie es dueño de ellas salvo ellos mismos y deciden acabarla de una manera digna.
Punto.
Porque eran sus vidas y podían terminarlas cuando mejor les pareciera. Todos deberíamos poder hacerlo.