Hace 1 año | Por jelzimoñac a epe.es
Publicado hace 1 año por jelzimoñac a epe.es

La factura energética de los hogares españoles más vulnerables se encarecerá este año más de un 70 % -unos 550 euros- con respecto a 2020, ejercicio marcado por la pandemia del coronavirus, como consecuencia del contexto actual a raíz de la invasión rusa de Ucrania. Precisamente los hogares con bajos ingresos gastan en su factura energética una parte proporcionalmente mayor de sus ingresos que los más ricos, según el último estudio de Cambridge Econometrics conocido este miércoles, que concluye que los combustibles fósiles están contribuyendo

Comentarios

D

#4 y que se lleve de ayudante al marroqui rapero.

ChukNorris

#2 Ahora están contentos con que no les manden al frente a combatir.

fofito

#2 Señal de que los derechistas están contentos con la actual coyuntura,no?

BobbyTables

No hay problemas, con comprar un edredón más fuerte solucionamos el problema.

[Mode María Jesús Montero OFF]

Molari

#1 se acerca la temporada de la batamanta

KebaBayuYesUR404

"como consecuencia del contexto actual a raíz de la invasión rusa de Ucrania"
Mentira, el problema es USA, nordstream 2 y el peak oil, lo demás es puta propaganda.

R

La pobreza energética de la que algunas hablaban tanto, debe haber desaparecido.

i

#6 ahora sale Pedro Primero el guapo y te lo cuenta.

D

Disfrutad lo votado.

D

Esta es claramente otra noticia aporófoba, que no deberíamos enviar a Menéame, por ser aporófoba.

Es aporófoba porque indirectamente implica que la pobreza, la precariedad y el subdesarrollo son cosas malas o negativas.

Las noticias que indirectamente implican que la pobreza, la precariedad y el subdesarrollo son cosas malas o negativas son aporófobas porque, al realizar tal implicación indirecta, están también indirectamente implicando que los padres que hacen nacer a sus propios hijos en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía están haciendo daño o perjudicando a esos hijos, y por tanto están también indirectamente implicando que los padres que hacen nacer a sus propios hijos en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía son malas personas y malos padres, sin inteligencia, lo cual es aporofobia, incluso aunque esos padres fueran ricos, según nos cuenta la gente súper-ética y súper-inteligente de Menéame.

Las noticias e instituciones aporófobas, pues, no respetan el derecho que tienen los españoles, en tanto que seres humanos y en tanto que progenitores responsables por sus hijos, de considerar que la pobreza, la precariedad, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía son circunstancias tan estupendas como para incluso hacer nacer y criar a sus propios hijos en ellas, a que sus hijos se las agradezcan tanto como ellos, los españoles, también agradecen esas circunstancias a sus padres.

Desde esta perspectiva, tener hijos es la manera más clara y evidente en que una persona puede mostrar su aprobación favorable del entorno económico o de las condiciones económicas en que dicha persona hace nacer a esos hijos. (Pues ¿qué persona haría nacer a sus propios hijos en un entorno económico o circunstancias económicas que considerase horribles?)

Quien es pobre es porque quiere votar capitalismo y monarquía.

España, pues, va bien y está bien como está, y la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía son cultura, costumbres, derechos, libertades, preferencias, elecciones, votos, hijos y ética de los españoles, y nos los tienen que respetar, así como nosotros, los españoles, también respetamos las costumbres y culturas ajenas.

No permitáis, pues, que las noticias e instituciones aporófobas os hagan bajar la natalidad, básicamente por 3 razones:

Por una parte, según el marco ético-cultural español, si lanzáis a un hijo vuestro a las ruedas de una locomotora en marcha, entonces la muerte de vuestro hijo no será culpa vuestra, sino que será culpa de la locomotora. Por tanto, por el mismo principio, si lanzáis a vuestros hijos a las ruedas de la locomotora que son la pobreza, la precariedad, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía, por el procedimiento de hacerles nacer en estas circunstancias, el sufrimiento de vuestros hijos no será culpa vuestra, sino que será culpa de esa pobreza, de esa precariedad, de ese subdesarrollo, de ese capitalismo y de esa monarquía. Es decir, que no estaréis siendo vosotros quienes estén haciendo nacer a vuestros hijos en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, sino que serán la pobreza, la precariedad, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía quienes estarán haciendo nacer a vuestros hijos en esa pobreza, en esa precariedad, en ese subdesarrollo, en ese capitalismo y en esa monarquía mismos, y por tanto vosotros no tendréis ninguna culpa.

Además, y en segundo lugar, lo importante es vuestro bienestar personal, no el de vuestros hijos, y al hacer nacer a vuestros hijos en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, vosotros estaréis satisfaciendo vuestras metas, objetivos y bienestares personales de tener pensiones, de ver satisfechos vuestros impulsos biológicos reproductores personales, y de poder divertiros imaginándoos a los ricos cabreados porque los pobres hacen nacer a sus hijos en la pobreza.

Y en tercer lugar, vuestros hijos no os podrán culpar de nada, porque cuando ellos se hagan mayores también arderán en deseos de hacer nacer a sus propios hijos en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, a que sus hijos les agradezcan todas esas circunstancias tanto como ellos, vuestros hijos ya hechos mayores, también os las agradecerán a vosotros.

No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional.