Hace 9 años | Por --478315-- a 20minutos.es
Publicado hace 9 años por --478315-- a 20minutos.es

Dentro del plan Faros de España del Ministerio de Fomento. El Gobierno pretende impulsar la actividad hotelera en algunos de los 187 faros del país; medio centenar ya compatibilizan su actividad con otros usos. El proyecto para el de Illa Pancha "se limita al espacio disponible" en el mismo y no implicará alteraciones ni limitaciones en su servicio de señalización.

Comentarios

filosofo

Va a tono con la ley de costas y otros tantos disparates.

Duke00

#3 #4 Pero entiendo que el permiso es para reconvertir los edificios ya construidos y sin uso en la actualidad en hoteles. Si es así no veo donde está el problema.

filosofo

#6 El problema es que el PP funciona, entre otras cosas, privatizando entornos naturales. Primero llegarán las personas, luego.... . ¿Crees que aparte de los hoteles luego no aparecerán más "tiendas" alrededor? Y así, poco a poco, eldinero irá destruyendo el sitio.

Duke00

#7 Igual tienes razón, pero no lo veo tan claro. En esos faros, ¿cuantas habitaciones podrían caber? ¿Dos o tres, como mucho? Piensa que estaban pensados para que viviera una o dos personas. No creo que diese para sustentar tiendas alrededor. Además de que alguien que va a pernoctar a un faro, no creo que lo haga buscando un complejo turístico, si no algo más bien aislado y con un encanto distinto. Si eso cambia, no tendría sentido el hotel en el faro.

Mientras se respete la ley de costas y no se deje construir nada nuevo ni en el faro ni en los alrededores, creo que es suficiente, y eso al final depende más de los gobiernos locales y autonómicos (si, ya se que no es poco pedir que se cumpla la ley, pero bueno...)

s

Preveo Mar Egeos por doquier.

D

#5 Por aquí el caso más sonado fue el del Cason aunque el faro no tuvo nada que ver

El Cason fue un carguero de bandera panameña botado en 1969, que el 5 de diciembre de 1987, mientras navegaba frente a las costas gallegas, sufrió un accidente debido a un temporal que hizo que la carga se moviese y provocase un incendio. El barco embarrancó en la costa en Finisterre, en la punta de Castelo, al sur de la playa de O Rostro. Fallecieron 23 de los 31 tripulantes del navío, todos de nacionalidad china.

El Cason transportaba una carga de 1.100 toneladas, consistentes en 5.000 bidones, sacos y contedores de productos químicos inflamables (xileno, butanol, butil de acrilato, ciclohexanona, sodio), tóxicos (aceite de anilina, difenilmetano, o-cresol, dibutilflato) y corrosivos (ácido fosfórico, anhídrido alifático), que se embarcaron en los puertos de Hamburgo, Rotterdam y Amberes para dirigirse al puerto chino de Shangai. Aún se discute a día de hoy si el manifiesto de carga del Cason ocultaba material tóxico como radio o uranio.

El vertido y posterior incendio de la carga del navío en la tarde del 10 de diciembre, emitido en directo por la TVG, al entrar en contacto el agua de mar con la carga de sodio, provocó una gran alarma social, aumentada por la falta de información de las autoridades, ya que los materiales podían explotar al contacto con el agua provocando una nube tóxica, por lo que el gobierno gallego, presidido por Fernando González Laxe que acababa de tomar posesión hacía pocas semanas, ejecutó una recomendación de la delegación del Gobierno, (Domingo García Sabell), quien decidió evacuar a toda la población de Finisterre, Cee y Corcubión (unas 15.000 personas) hacia La Coruña.

El Delegado del Gobierno anunció por la Radio Galega la noche del 10 al 11 de diciembre que 700 autobuses se dirigían a Fisterra para ejecutar la evacuación, lo que provocó el pánico de los vecinos, que huyeron por sus medios principalmente hacia Vimianzo, Carballo, Muros, Carnota y A Coruña. Posteriormente, García Sabell compareció a las pocas horas de anunciar la evacuación para desmentir que la nube ocasionada por la explosión fuese tóxica, pero era ya tarde para el desmentido y la coexistencia de mensajes contradictorios desde las autoridades alentaron la desconfianza.

Algunos vecinos de Fisterra, la mayoría de avanzada edad, decidieron quedarse en el pueblo a pesar de la histeria y de las molestias respiratorias que causaba el humo, como picores de garganta, mareos y sequedad en las mucosas nasales. Los refugiados se quejarían ante las cámaras de la TVG esa misma noche de la improvisación y la falta de medios de la evacuación, ya que, en los pabellones deportivos que actuaron de refugio, no había ni siquiera colchonetas en las que poder acostar a los niños más pequeños.

El Gobierno Central decidió llevar la carga al cuartel de infantería de Parga, en el ayuntamiento de Guitiriz, pero una barricada vecinal, que ocupó la carretera con neumáticos ardiendo, impidió el acceso de los camiones cargados con el material del Casón, y se produjeron enfrentamientos con la Guardia Civil. Posteriormente se decidió trasladar la carga al muelle Alumina-Aluminio (hoy ALCOA) en San Cibrao, donde se reprodujeron los enfrentamientos, impediendo el comité de empresa el paso de los camiones.

Alarmados los trabajadores de la fábrica de Alúmina-Aluminio por los rumores sobre la posible letalidad de la carga, y siguiendo instrucciones del comité de empresa, abandonaron aterrorizados sus puestos de trabajo y la planta industrial quedó totalmente inutilizada al pararse los hornos bruscamente y sin haberse seguido un procedimiento de parada establecido. Fue por ello necesario desguazar la mayoría de loa instalación y reconstruirla con el dinero que abonó Musini, aseguradora estatal, con cargo al siniestro. El coste superó los 20.000 millones de pesetas, siendo hasta hoy el siniestro más caro de la historia del seguro en España. La carga del "Cason" estuvo en los muelles de San Ciprian hasta que fue embarcada con destino a Amberes.

La planta modernizó sus instalaciones con financiación pública a cambio de este servicio, y despidió a los 23 miembros del comité de empresa que había bloqueado el paso de la carga. Finalmente la carga desembarcó en Amberes.

El barco fue desguazado en el lugar donde varó, aunque la mayor parte de su estructura y el pecio permanece bajo las aguas de la playa de O Rostro.

http://es.wikipedia.org/wiki/Cason

D

¡187 faros! El principio del fin. ¿La Ley de Costas no afecta al Ministerio de Fomento?

pkreuzt

Se acabaron los polvos furtivos a la luz del faro, ahora habrá que pagar habitación

m

Es una buena idea, un caso similar son las estaciones de tren de pueblos, que pueden ser alojamientos rurales.