JUAN CARLOS ESCUDIER Nada podía hacer sospechar a Federico Trillo que la paz de sus paseos por Belgravia, el barrio de los muy ricos de Londres, donde en tiempos se podía coincidir con Margareth Thatcher y si se tenía mucha suerte con Elle Macpherson, iba a verse interrumpida por los fantasmas de
Comentarios
ya solo por el titular merece el meneo
#1 De acuerdo contigo.
La faena es que ya se colgó ayer Anatomía de una rata
Anatomía de una rata
blogs.publico.esSe la pela todo; de tan alta que llevan la cabeza necesitan gente que les pongan los calcetines.
Qué han hecho las ratas para insultarlas comparándolas con Trillo? Ah sí, lo de la peste en la Edad Media.
Trillo e un rato, Rato e un trillo
#4 Más bien son todos ratas en sentido figurado, ladrones insensibles que se aprovechan de todos los ciudadanos y de casi todos los muertos