Harvard expone un argumento cristalino sobre como las nuevas empresas que basan la eficiencia en algoritmos no ofrecen las mismas oportunidades de crecimiento, ni las mismas condiciones a sus empleados: Limitan la capacidad de crecer dentro de las empresas, y la capacidad de entender la empresa más allá de las tareas del rol que está desempeñando
Echarle la culpa a los algoritmos es como echarle la culpa a un látigo de causar heridas a los esclavos. Los algoritmos son como cualquier otra herramienta, comparten y usan la información para la que están programados. Quien agrava la desigualdades son las empresas que usan los algoritmos para exprimir a los trabajadores y reducir su posibilidad de escalar puestos.
Comentarios
Es una buena noticia. Si empeoran la desigualdad, mejorarán la igualdad.
Echarle la culpa a los algoritmos es como echarle la culpa a un látigo de causar heridas a los esclavos. Los algoritmos son como cualquier otra herramienta, comparten y usan la información para la que están programados. Quien agrava la desigualdades son las empresas que usan los algoritmos para exprimir a los trabajadores y reducir su posibilidad de escalar puestos.
¿Quién lo iba a imaginar?
Lo he editado para que se entienda mejor
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