El estrecho de Ormuz está situado entre Irán, Omán y Emiratos Árabes Unidos, y separa el golfo Pérsico del golfo de Omán. Más allá de estos detalles geográficos, su importancia radica en que es uno de los principales chokepoints —que suele traducirse como “cuello de botella”— comerciales y geoestratégicos del mundo, lo que le confiere un gran valor a escala regional y global. En concreto, por Ormuz transitan alrededor de un 30% de los barriles de petróleo que se comercian diariamente en el mundo por mar.
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Si se sigue montando estos follones y gastando el dineral que cuesta todo este movimiento de armamento, es que tenemos petroleo para más rato del que nos pintan.
La realidad es que quien siga controlando el petroleo tendrá un maná para décadas y Estados Unidos no quiere quedarse atrás. Casualmente sus países enemigos son Venezuela y sus enormes reservas de petroleo, Irán y su también abundante oro negro, y lo intentó con Siria, de donde no salió hasta que se aseguró que no se construía un oleoducto por sus tierras en dirección a Europa en beneficio de las petroleras rusas.
Hoy en día Estados Unidos es el primer exportador de petroleo del mundo, y lo peor es que lo es a base de fracking, una tecnología que se ha demostrado tremenda para la orografía y el medio ambiente. Pero hay tantísimo dinero a ganar, que tanto les da. Ya vendrán los que lleguen detrás a arreglar lo que se hizo durante estas primeras décadas del siglo XXI.
#2 O que el que queda hay que mantenerlo bajo control a toda costa.
#3 Tanto da el que queda. Se sabe que va a seguir vendiéndose muchísimo. Solo todo ese movimiento del estrecho de Ormuz son cientos de millones de gastos. Saben que lo van a rentabilizar. Y si se meten en una guerra, el coste es altísimo.
#2 El petróleo de fracking (y de otras técnicas de aprovechamiento extremas) es caro. Si tiene que competir con el petróleo explotado tradicionalmente no es rentable, de ahí que a los norteamericanos les interese subir el precio del petróleo que venden sus rivales. Y lo consiguen con estas amenazas.
Demasiada más de la que se piensa. El precio del petróleo subió un 5% ante el riesgo de ataque de EEUU, es una de las razones por las que detuvo Trump el bombardeo, otra fue el ataque hacker fallido a los misiles iraníes.