Hace 4 años | Por --76276-- a i-d.vice.com
Publicado hace 4 años por --76276-- a i-d.vice.com

La persona encargada de dirigir el departamento de 'memes' de Instagram tendrá que reparar los deshilachados lazos que se han formado entre la plataforma y sus usuarios tras la eliminación masiva, manteniendo la paz y encontrando una manera de avanzar para que todos podamos solucionar estos problemas. En unas declaraciones a The Atlantic, la jefa de noticias y colaboraciones editoriales de la empresa, Lila King, dijo que cualquier persona que considere presentarse al puesto tendrá que ser "un unicornio" y "fluido en el lenguaje de los memes."

Comentarios

jonolulu

¿Científicos, médicos o investigadores?

No, el mundo necesita especialistas en memes para avanzar

D
empanadilla.cosmica

Al mudarme a Barcelona empecé hace cuatro años y medio empecé a usar Instagram. No era una plataforma nueva pero no estaba tan degenerada como ahora. Me servía para contar a familia y amigos con una foto lo que me llamaba la antención o que andaba maquinando.

De vez en cuando algunos spammer te seguían y no había publicidad. Las sugerencias de cuentas relacionadas eran de personas que conocía. Con el paso del tiempo se ha llenado de famosos, cuentas de empresas y publicidad encubierta de las mismas. A parte de la propia publicidad de Instagram, en la que sale un anunco cada tres fotos. Y lo malo no es que salgan anuncios, sino que dos de cada tres anuncios son estafas descaradas con ofertas demasiado buenas como para poder ser reales, con el objetivo de que hacerse con los datos de quienes piquen o incluso estafarles.

Y Facebook, el dueño de Instagram ni hace nada. Eso unida a la cantidad de cuentas basura que solo ponen memes hace que ya no entré nunca a Instagram. De hecho no sé por qué la tengo en mi teléfono.

empanadilla.cosmica

Supongo que además de buscar un "unicornio" para su departamento de memes también estarán buscando un rockstar para su equipo de backend, un ninja para el equipo de frontend y un superhéroe para el equipo de relaciones públicas.

Puñetera postmodernidad.