Amanecía el 6 de abril de 1996 y ocho activistas acababan de cortar los cables de seis centímetros de ancho y 800 metros de largo que se utilizaban para verter hormigón en las obras de la presa. Apenas cuatro minutos duró una de las mayores y más ambiciosas acciones de desobediencia civil realizadas en el Estado español. Las consecuencias de ese acto pacífico, público y no violento que consiguió paralizar las obras durante nueve meses perduran, sin embargo, 28 años después.
Comentarios
Gran historia, el plan de carreteras de Thatcher obtuvo el mismo resultado, todas las batallas se perdieron y el estado se salió con la suya, pero de 500 carreteras planteadas, solo se hicieron unas 60. La lucha funciona. El bypass de Newbury fue una de las buenas batallas.
#1 Y tanto que mereció la pena. A partir de Itoiz, se redujo drásticamente la destrucción de fondos de valle para construir embalses.
Ahora, ya Solo faltan leyes para que los estados dejen de matar a los mensajeros.
Las asociaciones internacionales que los repalden y se hagan cargo de los costes, también ayudarían
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Referencias culturales :
Su Ta Gar "Rotaflexa Garraxika"
Flitter "Sueño sabotaje"
#2 Otra más
Fue sabotaje pero no desobediencia civil... esta hubiera sido si por ej. los trabajadores se hubiesen negado a trabajar en esa obra.
No entra la derecha por aquí... Qué esto no se sepa es tremendamente relevante para ellos...