Hace 2 años | Por --394145-- a theguardian.com
Publicado hace 2 años por --394145-- a theguardian.com

John Lewis sacó un vestido de fiesta infantil llamado "Lollita" de sus estantes después de recibir críticas por tenerlo en stock. El vestido Chi Chi London "Lollita" estaba a la venta para niños de tres a 11 años en el sitio web del minorista por £ 50. La descripción del vestido, que estaba anteriormente en el sitio web de John Lewis, decía: "Este vestido seguramente se convertirá en un favorito de la ropa de fiesta ... este bonito vestido presenta delicados bordados metálicos, bordes festoneados y una falda de gasa con una capa de tul que...

Comentarios

Romfitay

Estaría guay que el artículo incluyera una foto del vestido, para poder formarnos una opinión.

D

#1 la foto es lo de menos, lo desafortunado es haber usado ese nombre para un vestido infantil.

j

#4 He visto tu enlace y lo primero que he pensado "un vestido para clases de danza".

Nova6K0

Meapilismo nivel diamante. Y el vestido no tiene nada de sexual. Vamos a prohibir ahora a las niñas que se llamen Dolores, y sobre todo si son pequeñas Lolita. También veo mal a Lolita Flores. Aunque muchos de los que contestan son boomers, de la época de medir la falda a las mujeres en la playa, así que...

Saludos.

D

Otra muestra de la enfermedad mental que hemos normalizado dando importancia a lo que opinan idiotas.

i

Llamarse Lola es algo sexualmente inapropiado?

D

#7 siiii vas por calatayud ni se te ocurra preguntar por loli, lolita, ni lola y mucho menos por la dolores. Tu viaje en ese momento terminará de muy mala manera.
Lo que me llama la atención es el nombre del vestido o su fabricante:
Chi Chi London "Lollita" y un vecino suyo tiene un todo terreno Mitsubishi Pajero. Juasjuasjuas

meneandro

Sociedad enferma. Nos empeñamos en darle poder a las palabras; a veces no las usamos porque son inapropiadas, en lugar de convertirlas en apropiadas a base de quitarle su significado, que anteriormente ha sido malinterpretado o mal utilizado. A veces nos empeñamos en usarlas, incluso habiendo palabras más adecuadas y por el camino, probablemente variando su significado original. Las más de las veces, tratamos de blanquear algo inapropiado o manchar algo que debería ser inocente, todo por política, ideología o creencia.

Queremos obligar al lenguaje a ser como nosotros queremos que sea, en lugar de usarlo de una manera más correcta (porque hay mil formas de decir las cosas y mil maneras de expresarnos, pero no, queremos que los demás lo usen como lo interpretamos nosotros y lo que se salga de ahí es criticado y señalado). No tenemos el más mínimo atisbo de tratar de hacernos entender sino de forzar a los demás a que nos entiendan, y mucho menos tender puentes y ceder ambos para poder entendernos mejor. Y así nos va...

a

Es curioso. No tienen nada contra el vestido en sí. Lo que no les gusta es el nombre.