Todo surgió a raíz de la denuncia genérica de un consejero comunal de Milán, el democristiano Antonio Velluto, quien acusó a Abbado de ocultar al fisco una parte de sus ganancias. Abbado era entonces Director Musical de la Scala de Milán y ya era reclamado en las más importantes plazas internacionales; notoria era su adscripción a la izquierda, y la época –mediados de los años setenta– alentaba encendidas disputas políticas e ideológicas en todos los frentes. Abbado contestó a Velluto con una querella por difamación.
Comentarios
¿Y esos defensores de la prensa occidental como contrapunto al poder?
Y luego dicen que existe la justicia. Una justicia tan lenta, es una injusticia.
6 años después de su muerte, justo a tiempo