El líder de la extrema derecha de Francia, Jordan Bardella, intentó tranquilizar el lunes a los votantes franceses, a los socios europeos y a los observadores internacionales afirmando que su posible gobierno llevará a cabo políticas económicas “realistas” y “no debilitaría” la voz del país en el extranjero, si su partido gana las próximas elecciones parlamentarias.
Es obvio que seguirán la línea de Macron. ¿Que como lo sé? Por la experiencia italiana. Meloni ganó las elecciones haciendo oposición al gobierno Draghi. Una vez en el poder, sigue las líneas maestras de las políticas de Draghi.
Derecha y extrema derecha son la misma cosa, solo cambian un poco las formas. Pero el fondo es el mismo: servir a la oligarquía y exprimir al pueblo.
Es para descojonarse. Pues claro que seguirán bañando en oro a los de siempre, para eso son la rederecha disfrazada de mongorevolucionarismo retardado. Si es que saben bien de dónde sacar sus votos.
Aayyy... radicales y demás simpáticos heterodoxos, es oler poder con los límites que la realidad de las relaciones impone y venirse abajo toda la bravuconería.
Comentarios
Que rápido se rinden, ni que fueran franceses
#1
No se rinden
Se ginden
#2 acabas de recrearme a Raul Cimas hablando de la fegetegia
#7
Ferretería Los Franchutes
#8 fegetegia los fgantuches
#1 Las costumbres hay que mantenerlas.
Es obvio que seguirán la línea de Macron. ¿Que como lo sé? Por la experiencia italiana. Meloni ganó las elecciones haciendo oposición al gobierno Draghi. Una vez en el poder, sigue las líneas maestras de las políticas de Draghi.
Derecha y extrema derecha son la misma cosa, solo cambian un poco las formas. Pero el fondo es el mismo: servir a la oligarquía y exprimir al pueblo.
Es para descojonarse. Pues claro que seguirán bañando en oro a los de siempre, para eso son la rederecha disfrazada de mongorevolucionarismo retardado. Si es que saben bien de dónde sacar sus votos.
Políticas realidas. Le Pen. Hay que reirse.
Imagino a Abascal prometiendo políticas realistas y ya me parto.
Aayyy... radicales y demás simpáticos heterodoxos, es oler poder con los límites que la realidad de las relaciones impone y venirse abajo toda la bravuconería.