El daño cerebral se considera irreparable pasados 5 minutos sin pulso. Sin embargo, el equipo médico de Samuel Tisherman ha conseguido reanimar un paciente en animación suspendida. La sangre del paciente es reemplazada por una solución salina a 10-15ºC. Hasta por dos horas el paciente yace sin pulso mientras le operan. Y luego, se revierte el proceso y el paciente se recupera. Fue "un poco surreal" la primera vez, dice.
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