Una consulta para solicitar unos análisis de sangre con los que confirmar un embarazo fue la excusa que un médico de Zaragoza empleó para tocarle los pechos a su paciente. Era, al parecer, su forma de comprobar que la joven estaba gestando. Unos abusos que denunció al igual que otras 31 mujeres y que van a llevar a Pedro Florentino G. H. al banquillo de los acusados. La Fiscalía solicita una condena de 60 años de cárcel para este sexagenario.
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Anda, como los curas. Ah, pues no.