Hace 4 años | Por me_joneo_pensan... a elpais.com
Publicado hace 4 años por me_joneo_pensando_en_ti a elpais.com

El inicio del confinamiento produjo una avalancha de datos nunca vista en la Red. De un día para otro, millones de alumnos y profesores abrieron nuevos perfiles en las plataformas digitales para asistir a clase por videoconferencia, descargar apuntes, mandar tareas o intercambiar consejos. La prioridad para los 17 Gobiernos autónomos era replicar a toda prisa el aula en los ordenadores, lo de menos, la seguridad de esta ingente cantidad de datos. El docente decidía cómo trabajar y con qué sistema en línea de enseñanza, según su pericia...

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me_joneo_pensando_en_ti

“El primer obstáculo para creer a Google es que su software no es de código abierto y no puede ser auditado por terceros independientes. Lo que nos piden es un acto de fe. La publicidad no es el problema central, sino los perfiles que realizan sobre cada uno de nosotros y la imposibilidad de acceder a él para saber qué datos se utilizaron, qué decisiones se tomaron y con qué organizaciones están siendo compartidos o vendidos. Por ejemplo, si mi aseguradora me sube el precio de mi prima porque su algoritmo me ve como un perfil de riesgo, nunca sabré por qué he sido discriminada. Algo parecido puede suceder cuando no nos conceden un préstamo”, destaca Manuela Battaglini, abogada especializada en ética de datos. “Si dicen que no recopilan datos, ¿sobre qué datos han hecho su auditoría de seguridad y sobre qué datos cumplen el Reglamento General de Protección de Datos?”, inquiere.

Las universidades llevan años apoyándose en los gigantes tecnológicos porque la calidad de su modelo es máxima y reproducirlo es inviable económicamente. Jorge Gómez, vicerrector de Tecnología y Sostenibilidad en la Universidad Complutense de Madrid, subraya: “No son las herramientas, es el respaldo computacional que tienen. Esos centros de datos no los podríamos mantener para que sean viables. Son potencias de cómputos espectaculares, no puedes pagar su coste, ni el de las comunicaciones y grabaciones”.

En paralelo, el Estado alemán de Hesse prohibió el pasado verano el uso de los paquetes educativos de los tres gigantes en sus escuelas por incumplir el Reglamento General de Protección de Datos y porque la información de los alumnos acababa en la nube europea, a la que puede acceder el Gobierno estadounidense. La autoridad para protección de datos matizó luego la prohibición bajo ciertas condiciones y ahora está pendiente de su decisión definitiva, según fuentes de su Departamento. Además, el Gobierno noruego acaba de lanzar una investigación para decidir si Google puede operar en sus escuelas y Unicef también ha iniciado sus propias pesquisas desde su cuartel general en Nueva York.

curaca

Yo preferentemente uso la plataforma efucativa de Extremadura, pero nos encontramos con varias desventsjas, la primera su poca capacidad, y eso que está aguantando bastante bien, pero por ejemplo nis han borrado todos los archivos adjuntos de todos los mensajes anteriores al 23 de marzo. Lo cual es problematico, porque además no avisaron.
Eso con google no pasa, los profesores y los alumnos tenemos cuentas de google (educarex) sin límite de almacenamiento y de office 365 con un Tb de almacenamiento. Además de todas las herramientas de las dos compañías. Esto la Junta nunca podrá ofrecerlo, ni la potencia de cálculo, ni de almacenamiento e incluso de redundancia de datos.

queosden

#3 Sasto. Yo empecé usando lo que la Consellería nos ofrecía pero es un despropósito. Hasta el director de mi centro se acabó pasando a Skype pasando de historias.

D

Si es que no hacen una a derechas (es una forma de decirlo, por si alguno de izquierdas se da por aludido)