Eran otros tiempos, aunque cada día se parecen más a estos, o estos a aquellos. En algunos bares, rótulos admonitorios prohibían cantar, bailar y hablar de política aunque fuera para bien. Según una leyenda urbana de entonces, camuflados entre los parlanchines parroquianos, torvos policías de paisano acechaban a los infractores que por influjo del alcohol se soltaban la lengua y, por ejemplo, contaban chistes de Franco en los que el “excelentísimo” era ridiculizado y quedaba a la altura del betún de sus botas.
Comentarios
Huuuy lo que has dicho... ¡A la policía que vas!
tonto los cojones, será un hijo de puta como todos sus amigotes
Necesitamos luz, que se enciendan las hogueras que la noche es oscura y alberga horrores
Se ha olvidado: "del culo".
HA DICHO TONTO
ETARRA
Sólo el del interior? anda ya!
publico esta nervioso porque ve que el PSOE no gana
#5 Me temo que a publico se la suda el PSOE
#7
Me temo que no