Esta contempla una pensión mínima garantizada, que financia el fisco a través del presupuesto nacional. y además otros dos esquemas. “Al trabajar en Suecia cada año se destina el 18,5% de tu ingreso pensionable a tu pensión de jubilación pública. El 16% va a tu pensión contributiva, donde el valor sigue la evolución de los ingresos en Suecia. El 2,5% restante se destina a tu pensión por primas, dónde puedes optar por fondos de inversión públicas o privadas”, detalla Charlotte Alvin, Embajadora Adjunta de Suecia en Chile.
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Al final los neo de Chile van a acabar descubriendo que lo mismo la mejor opción es que el Estado recaude y gestione las pensiones, para librarlas así de los vaivenes del mercado y de la quiebra de los fondos... ¿os imagináis?
Donde se aplican las neoliberaladas, al final no sólo todo sale más caro para el usuario final sino que además se genera brecha social entre ricos y pobres y fuertes conflictos sociales (algo que no tendría por qué suceder en el siglo XXI) y para más risas al final el Estado tiene que ir a arreglar la situación, como no puede ser de otra forma.
Una ideología fallida y fracasada que sólo ha traído pobreza y atraso y, eso sí, engordar las huchas de cuatro archimillonarios. Basta darse una vuelta por América Latina y luego compararla con la socialdemocracia europea para que hasta un subnormal sea capaz de ver qué modelo es mejor.