Hace 5 años | Por Noctuar a diariodemocracia.com
Publicado hace 5 años por Noctuar a diariodemocracia.com

En Argentina, muchos aficionados disfrutan en todo el país de la penosa y criolla tradición de domar: someter y castigar caballos ante la presencia de miles de personas. Algunos otros pagan entradas para asistir a zoos. La sociedad está habituada a que con los animales se puede hacer cualquier cosa. Clonar caballos para obtener campeones de turf o de polo, hacer correr a un perro para ganar apuestas o pagar dinero para pasear sobre un elefante. ¿Qué le pasa a los humanos? ¿De dónde viene este afán por convertir a los animales en un negocio?

Comentarios

ur_quan_master

El perrito ese de raza que tenés en casa también es un negocio.