A la naturaleza le importa una puta mierda nuestras izquierdas y derechas, nuestros autoritarismos o democracias o nuestros deseos y libertades. O arreglamos el percal o nos vamos a la mierda. Que lo arreglenos mediante autoritarismo o mediante consenso es cosa nuestra, pero no nos va a esperar a que nos aclaremos, ni van atenuarse los efectos por hacer gala de defensa de las libertades.
Ojalá que Greta Thunberg y Miquel Montoro se arrejunten y traigan al mundo un dictador ecofascista que tome las riendas de la Tierra y envíe a todos los sucios negacionistas al Gulag de Marte.
Me acuerdo de aquellos ecologistas barbudos de finale de los 70 y principios de los 80. Tenían razón en todo lo que decían y ah, eran todos muy rojos. Los posmos de ahora yo qué sé...
No nos engañemos, el ecologismo se ha convertido en una moda superficial, un eslogan político y un gancho para el marketing. De la teoria inicial y la revolución pretendida, no hemos pasado ni de la primera fase. Estamos aun entablando cómo será el ecologismo real mientras la naturaleza estalla ante nosotros. El ecologismo no se ha integrado bien en este sistema, más bien al revés, este sistema lo ha integrado a su manera, mutilándolo, sometiéndolo a los dictados del gran capital y la lógica mercantilista. Sigamos. Pronto llamaremos ecología a tener que pagar impuestos por respirar aire, o a ir de "compras sostenibles"...que maravilla, oiga.
Comentarios
A la naturaleza le importa una puta mierda nuestras izquierdas y derechas, nuestros autoritarismos o democracias o nuestros deseos y libertades. O arreglamos el percal o nos vamos a la mierda. Que lo arreglenos mediante autoritarismo o mediante consenso es cosa nuestra, pero no nos va a esperar a que nos aclaremos, ni van atenuarse los efectos por hacer gala de defensa de las libertades.
#2 El concepto "causa de fuerza mayor" por lo visto, no está del todo claro.
Ni ecologismo ni fascismo: igualdad
Malo cuando se quiere equiparar al ecologismo con fascismo como hicieron con el feminismo...
Ojalá que Greta Thunberg y Miquel Montoro se arrejunten y traigan al mundo un dictador ecofascista que tome las riendas de la Tierra y envíe a todos los sucios negacionistas al Gulag de Marte.
Eso salía como una forma de gobierno en el videojuego Call of Power II, la ecotopía.
Podrías formar eco-terroristas para atacar otras civilizaciones más contaminantes.
Me acuerdo de aquellos ecologistas barbudos de finale de los 70 y principios de los 80. Tenían razón en todo lo que decían y ah, eran todos muy rojos. Los posmos de ahora yo qué sé...
No nos engañemos, el ecologismo se ha convertido en una moda superficial, un eslogan político y un gancho para el marketing. De la teoria inicial y la revolución pretendida, no hemos pasado ni de la primera fase. Estamos aun entablando cómo será el ecologismo real mientras la naturaleza estalla ante nosotros. El ecologismo no se ha integrado bien en este sistema, más bien al revés, este sistema lo ha integrado a su manera, mutilándolo, sometiéndolo a los dictados del gran capital y la lógica mercantilista. Sigamos. Pronto llamaremos ecología a tener que pagar impuestos por respirar aire, o a ir de "compras sostenibles"...que maravilla, oiga.