Haciendo un balance de todos estos meses de confinamientos, toques de queda y medidas de seguridad, una mujer ha llegado a la conclusión de que lo ha gestionado todo correctamente y así se lo ha hecho saber a su perchero. “No me puedo quejar, he llevado la pandemia bastante bien”, le ha dicho al mueble que sujeta sus abrigos y mascarillas.
Comentarios
Tengo claro que no me volví loca porque pude hablar mucho conmigo.
Valzin.
El problema no es hablar con el perchero, el problema es cuando te contesta.
Yo dejé de hablar con la lavadora y el microondas,!A todo le dan vueltas!