Es cierto que la llamada “revolución verde” del siglo pasado ha permitido una super-abundancia de alimentos nunca conocida antes por el ser humano. Pero también es cierto que este modelo alimentario ha provocado, a la larga, enormes desigualdades alimentarias globales y graves problemas de salud. La industrialización de nuestra producción alimentaria, junto con la promoción de un modelo dietético determinado, han supuesto además un deterioro considerable de los ecosistemas y una contribución a los gases de efecto invernadero (GEI) de entre el
Comentarios
No será la suya, la mía me sostiene perfectamente.
Nuestra comida no es sostenible
Sensacionalista... a veces se cae un plato o la sopa se desborda, pero en general es perfectamente sostenible... con las dos manos, eso sí.
¿Tampoco es sostenible nuestra alimentación? Pues no pasa nada, dejamos de comer y listo. El problema reside en la ambición de los gestores de las empresas dedicadas al sector de la alimentación.
Que se lo digan a Tuf.