Desde hace varias semanas,el Concello de Sada viene denunciando que visitar en agosto el Pazo de Meirás estaba siendo prácticamente imposible. Finalmente,la Xunta de Galicia,atiende estas quejas y abre por segunda vez un expediente a la familia Franco por no cumplir con los requisitos de apertura: el inmueble,Bien de Interés Cultural,debe abrir cuatro días al mes. La Xunta ya sancionó en 2017 con 4.500 euros a Carmen Franco por incumplir el régimen de visitas,aunque nunca se llegó a cobrar esta sanción por el fallecimiento de la hija del dicta
Comentarios
#franconoticia 42
#5 42, ya superamos los 40 años de dictadura franquista. Y si te molesta la palabra dictadura la puedes subtituir por anterior régimen.
#6 ¿Anterior régimen? ¿La republica? ¿La monarquía? ¿El feudalismo? ¿La transición? Es que leo mucho Menéame pero no he leído nada de que existiese una etapa previa al 31 o incluso posterior al 78, será que no es digna de recordar y que es infinitamente importante enviar dos noticias al día de la etapa con la que estáis obsesionados.
#7 Unos "obsesión" y otros añoranza.
#8 Sin duda alguien de unos 50 años podría recordar el franquismo como niño, y alguien de 60 como adolescente.
El Pazo de Meirás, un gran robo de Franco y su secuaces, al pueblo gallego. Hace 80 años terminaba la guerra civil, pero comenzaba otra pesadilla con la legitimación en los tribunales el saqueo masivo de bienes, viviendas, comercios y fincas. El régimen de Franco se propuso arruinar a los vencidos y condenarlos a la miseria. Y lo hizo, además, con la ley. La Ley de Responsabilidades Políticas persiguió a todos aquellos que no apoyaron el golpe de Franco y legitimó en los tribunales el saqueo masivo de bienes, viviendas, comercios y fincas. Podemos planteó devolver lo expoliado en la dictadura y reformar la Ley de Amnistía; pero PP, PSOE y Ciudadanos tumbaron la moción. El franquismo sigue detectando el poder bajo la siglas PPSOE, Ciuadadadanos y VOX
4500 para estos tíos es calderilla
#1 ni eso, porque no lo llegaron a pagar.
Qué manía con intentar hacer cumplir la ley con personas de clase superior que sólo responden ante Dios.