Hace 9 años | Por nonac77 a faircompanies.com
Publicado hace 9 años por nonac77 a faircompanies.com

The Economist dedica un artículo a un grupo que hasta ahora no aparecía con tanta frecuencia en los indicadores sobre precariedad laboral: los hombres que realizan trabajos industriales (cuello azul) en los países ricos. Nuevo sexo débil: hombre, de mediana edad, ganas de trabajar en lo suyo y poca formación

Comentarios

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Profunda esupidez y sensacionalismo barato, categorizarlo de "nuevo sexo débil", lo que ha sucedido es que se han igualado por lo bajo las estadísticas de precariedad laboral en paises desarrollados (en desarrollo o subdesarrollado continúa la más descarnada realidad), es decir, tal y como buscan las oligarquías, la igualdad no llega por alcanzar las mismas cotas de empleo, techo salarial o protección social, sino por alcanzar las mismas cotas de desempleo, precariedad y desprotección social.

Es como cuando ponen el grito en el cielo por las pensiones de 1200 euros en vez de por salarios juveniles de 400.

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Ostras, es una descripción de Rajoy

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#2 A pesar de la gracieta la realidad en las oficinas de empleo y de servicios sociales, es bastante dramática.

Antes de la crisis, las oficinas de empleo estaban plagadas de mujeres y "extranjeros", ahora hemos llegado a la "igualdad". Antes, no eran pocas familias que se sustentaban con el salario del padre, mientras las madres aportaban, con suerte, el "ingreso extra" en las cuentas familiares y los hijos subsistían en la precariedad laboral con "ayuditas" puntuales.

Ahora tenemos multitud de familias sustentandose con la pensión del padre o del abuelo y con la irrisoria pensión de la abuela como "ingresos extra".

Esta es la jodida realidad que esconden este tipo de titulares, con un objetivo bien oscuro, fragmentar a la sociedad en una lucha entre hombres y mujeres, viejos y jóvenes, nacionales y extranjeros.

Y todo con el fin de que los intereses de la oligarquía, por definición minoritaria, prevalezcan sobre la inmensa mayoría de la sociedad, que es la que les sustenta mediante el fruto de su trabajo y su esfuerzo impositivo.

Hombre o mujer, joven o viejo, nacional o extranjera, la misma clase obrera.