En lugares como Alemania y Polonia, estos sistemas están sometidos a competencia y su poder es limitado. En otros como Bélgica, Holanda, República Checa, Austria o España operan en régimen de monopolio, lo que provoca que su poder e influencia sea enorme. Así lo señala la investigación europea, donde se demuestra que “pocos gobiernos logran controlar o dirigir” a estos Green Dots. Se trata, además, de entidades disfrazadas de organización ecologista, a pesar de pertenecer a las compañías que ponen a la venta los envases más contaminantes.
Comentarios
Lo que habría que hacer es prohibir el plástico en el empaquetado salvo en casos donde no sea viable utilizar otro material.
Con la de materiales alternativos al plástico que están saliendo...