La ferretería Torres de Carabanchel echó a andar en 1959 vendiendo tornillos en una calle estrecha de aceras mínimas. Con los años se especializó en bombillas, focos e iluminación en general, pero el cartel se mantuvo, por tradición. Se trata de un comercio de los de toda la vida, de trato cercano y cortesía clásica, regentado por tres generaciones de una familia y en el que sigue despachando ocasionalmente Alberto Torres, de 80 años. “Cuando usted quiera señora, y felices fiestas”, despedía estas navidades don Alberto a las clientas, efusivo,
Comentarios
Si no puedes con tu enemigo únete a él.
#7
#4 citibox por ejemplo, es multiempresa
#5 pues no lo conocía. gracias por el dato
Las empresas les pagan céntimos por cada paquete, pero atrae a gente al local, que igual pica con un producto en venta...
#1 Pero el periodista lo plasma como si fuese una desgracia esa adaptación.
#2 no es una adaptación, son los estertores de ese comercio.
Los lockers acabarán con ellos en muy poco tiempo.
#3 si y no. un armario de esos puede ser más caro que pagar 30 céntimos por pedido si tienes en cuenta el alquiler del local donde lo pongas. Y estos locales trabajan con muchas empresas, los armarios que yo he visto son sólo de una empresa.
#3 depende del tipo de negocio, claro, si tengo una zapatería no voy a hacer de punto de entrega de Zalando, pero por ejemplo en mi barrio hay un punto de entrega en una administración de loterías, a mi me da igual comprar la lotería en esa administración o en otras que están un poquito mas cerca, pero si tengo un pedido pongo que lo entreguen allí y ya que voy aprovecho y compro allí la loteria.