La última campaña del gobierno andaluz contra la violencia de género ha generado una gran polémica. Se la acusa de utilizar bancos de imágenes y de ocultar el sufrimiento de las víctimas al mostrar a personas sonrientes. Sin embargo el tipo de campaña utilizada es similar a otras promovidas por gobiernos de izquierdas que también han utilizado mensajes optimistas y fotografías de bancos de imágenes sin que haya supuesto ningún problema. Relacionada: PP y Ciudadanos claudican ante Vox en violencia de género
#3:
Qué no se trata de que hayan usado imágenes de bancos de imágenes, o no.
Se trata de que la izquierda considera que sólo ellos tienen la legitimación necesaria para gobernar y hacer estas campañas. No hay más. Para la izquierda cualquier gobierno de derechas es ilegítimo porque no son ellos mismos.
#1:
Qué triste que sea necesario escribir un artículo para decir algo tan obvio.
Qué no se trata de que hayan usado imágenes de bancos de imágenes, o no.
Se trata de que la izquierda considera que sólo ellos tienen la legitimación necesaria para gobernar y hacer estas campañas. No hay más. Para la izquierda cualquier gobierno de derechas es ilegítimo porque no son ellos mismos.
Comentarios
Qué no se trata de que hayan usado imágenes de bancos de imágenes, o no.
Se trata de que la izquierda considera que sólo ellos tienen la legitimación necesaria para gobernar y hacer estas campañas. No hay más. Para la izquierda cualquier gobierno de derechas es ilegítimo porque no son ellos mismos.
#3 Bueno, la campaña en sí misma se las trae: https://imgur.com/a/KPNcahb
#6 por qué?
#7 mira el enlace a las imágenes que he puesto.
#8 Una parodia, no?
#9 pos claro. Saca a la luz el sentido criticable de los carteles. Ninguna mujer debe ser abusada si no desea ser abusada.
Qué triste que sea necesario escribir un artículo para decir algo tan obvio.
Solo Carmen Calvo puede hacer campañas contra la violencia de genero
Si la hacen otros, malo siempre, hagan lo que hagan.
#2 Sí bonita, sí.
Qué tiempos aquellos en que estaba de moda "la transversalidad". Ahora hemos vuelto a los monopolios: "Este es mi coto. Tú no entres".