Publicado hace 6 años por MariCarmenRodriguez a theobjective.com

En este artículo, Lorena G. Maldonado escribe sobre la impunidad con la que actúan algunos hombres como Luppi o Tarantino, sabiendo de la estima que gozan. "No se trata de dejar de disfrutar de sus obras -el arte es arte y hay que consumirlo sin firmas, sin sentirnos culpables: es absurdo calibrar si nuestro libro favorito lo ha escrito una buena persona-, pero sí de evitar que la belleza de sus trabajos dulcifique nuestra concepción del autor, tanto que nuestra conciencia clemente se salte la propia legalidad".

Comentarios

D

Vaya pirueta con tirabuzón invertido ha hecho la autora (como no), para justificar que las que conocían los casos no dijeran ni media, pero echar mierda encima de tarantino por callar lo que sabía.

c

No se trata de dejar de disfrutar de sus obras -el arte es arte y hay que consumirlo sin firmas, sin sentirnos culpables: es absurdo calibrar si nuestro libro favorito lo ha escrito una buena persona-, pero sí de evitar que la belleza de sus trabajos dulcifique nuestra concepción del autor, tanto que nuestra conciencia clemente se salte la propia legalidad. [...]Vamos a dejar de hacer de sus opiniones faros guía, porque no son más que burdos delincuentes.
¿El hecho de que sean delincuentes les quita toda razón o lucidez que puedan tener sus opiniones en otros temas?
Como dice #1, desbarranca de a ratos la autora.