Hace 7 meses | Por Juanro49 a elmundo.es
Publicado hace 7 meses por Juanro49 a elmundo.es

Vaciadas de vecinos y a punto de caer en el olvido, estas aldeas optaron por transformar su caserío en un hotel sin perder un ápice de su personalidad. El lobby es la taberna del pueblo, donde además se sirve el desayuno. Los pasillos del hotel son las mismas callejuelas que dibujan su entramado medieval. Las habitaciones, las distintas casitas rehabilitadas.

Comentarios

D

Vamos, que acaban de descubrir el turismo rural. Ya verás cuando vean que lo que mola no es hacer turismo en pueblos abandonados, sino en otros llenos de vida y vecinos. Van a flipar! lol

Fingolfin

El turismo, la solución a todos los problemas económicos