El siguiente vídeo es un claro ejemplo de las contradicciones crónicas del capitalismo, que se vuelven más evidentes con la actual pandemia de coronavirus. A nivel global, estamos siendo testigos de cómo diferentes estados se dedican al pillaje, confiscando el material sanitario a otros países, incluso dentro de bloques "amigos" como es la UE. Sucede hasta dentro de los propios Estados de los Estados Unidos de América.
El liberalismo no se equivoca. La mano invisible restablecerá el orden natural de las cosas si se le da tiempo. Todo lo que Cuomo dice, es consecuencia de la intervención del estado, no del libre mercado. El mercado intenta hacer lo que tiene que hacer, enriquecerse. Ante una avalancha de demanda, sube precios y monta pujas por su producto. Pero esto es eventual. Si los estados se están quietos y dejan que el mercado funcione solo, la demanda caerá una vez que hayan muerto los viejos que tengan que morir, y la mayor parte de la comunidad se haya inmunizado. Cuando eso ocurra, la demanda caerá, y los fabricantes volverán a los precios habituales de mercado. Pero se encontrarán con que han sobredimensionado la producción y los sistemas de salud públicos y privados tienen excedentes de esos productos. Entonces los precios se desplomarán, porque ya no hay demanda. Los fabricantes entrarán en crisis, algo que no podemos permitirnos, ya que son un sector estratégico ante cualquier eventual crisis sanitaria. Por lo tanto habrá que regar con dinero público el rescate y reestructuración del sector, y VOILÁ, ya tenemos al libre mercado funcionando de modo normal.
Comentarios
Si quieren libre mercado yo se lo daba: ni un céntimo en subvenciones o rescates.
Me imagino la cara del tío al despertarse otro día y darse cuenta que ha hecho una propuesta comunista en toda regla.
El liberalismo no se equivoca. La mano invisible restablecerá el orden natural de las cosas si se le da tiempo. Todo lo que Cuomo dice, es consecuencia de la intervención del estado, no del libre mercado. El mercado intenta hacer lo que tiene que hacer, enriquecerse. Ante una avalancha de demanda, sube precios y monta pujas por su producto. Pero esto es eventual. Si los estados se están quietos y dejan que el mercado funcione solo, la demanda caerá una vez que hayan muerto los viejos que tengan que morir, y la mayor parte de la comunidad se haya inmunizado. Cuando eso ocurra, la demanda caerá, y los fabricantes volverán a los precios habituales de mercado. Pero se encontrarán con que han sobredimensionado la producción y los sistemas de salud públicos y privados tienen excedentes de esos productos. Entonces los precios se desplomarán, porque ya no hay demanda. Los fabricantes entrarán en crisis, algo que no podemos permitirnos, ya que son un sector estratégico ante cualquier eventual crisis sanitaria. Por lo tanto habrá que regar con dinero público el rescate y reestructuración del sector, y VOILÁ, ya tenemos al libre mercado funcionando de modo normal.