Francesco Capece, 50 años, ........ Fue votante de Lucano dos veces, pero se cansó. Su esposa, su hijo y él viven de la pensión de su madre. Cuenta que fue a pedirle ayuda al alcalde cientos de veces y le ignoró. “Pensaba más en los de fuera que en nosotros. Yo no soy racista, pero en una casa los hijos van primero”. Giusi, su pareja, asiente y pide la palabra. “No tenemos nada y aquí había gente que no pagaba luz ni agua y, encima, recibía 500 euros al mes. Al día siguiente de llegar ya llevaban zapatillas de marcas y un iPad. Nosotros, si no fuera por mi suegra, esta noche no cenábamos”
Comentarios
Francesco Capece, 50 años, ........ Fue votante de Lucano dos veces, pero se cansó. Su esposa, su hijo y él viven de la pensión de su madre. Cuenta que fue a pedirle ayuda al alcalde cientos de veces y le ignoró. “Pensaba más en los de fuera que en nosotros. Yo no soy racista, pero en una casa los hijos van primero”. Giusi, su pareja, asiente y pide la palabra. “No tenemos nada y aquí había gente que no pagaba luz ni agua y, encima, recibía 500 euros al mes. Al día siguiente de llegar ya llevaban zapatillas de marcas y un iPad. Nosotros, si no fuera por mi suegra, esta noche no cenábamos”
Aquí están las razones.