Hace unos años, el Ejecutivo de Ana Botella se dispuso a limitar la presencia de los artistas callejeros de la capital. Para actuar en las plazas y avenidas sería necesario disponer de un permiso que se obtenía mediante una especie de examen que ponía a prueba las habilidades faranduleras de aquellos que ofrecen arte a cambio de un par de céntimos. ¿El problema? Que esta prueba ofrecía permisos exclusivamente a músicos, dejando de lado a mimos, titiriteros o ilusionistas, entre otros.
Comentarios
Si lo he entendido bien, están multando a titiriteros o payasos ambulantes que hacen uso de altavoces o amplificadores, ¿no?
Me parece bien que nadie pueda ponerse en la vía pública con un altavoz, la verdad. Bastante ruido y molestias aguantamos ya en la calle.
El artículo no es imparcial en absoluto, pero yo veo correcto cuando dice:
La Policía Municipal, que observa que un artista está apoyando su espectáculo en altavoces, se acerca para comprobar que tiene el permiso -un permiso que no puede conseguir porque no es músico- y, al ver que no dispone del mismo, procede a sancionarle por no respetar la Ordenanza de Protección contra la Contaminación Acústica
Pero luego cuando dice esto otro.. en fin...
Javier se defiende apoyándose en el llamado “derecho a la costumbre”
¿Y estos "artistas" por qué no practican el bodypainting pintándose los huevos en vez de ensuciar las ciudades con sus mierdas?
#1 Comenté antes de leer como es tradicional en MNM y el artículo se refiere a otra cosa
#1 Metedura de pata
Multas por utilizar altavoces, si el espectáculo es a gritos no hay problema. Para mimos e ilusionistas no creo que haga falta discutir la necesidad de altavoces, para titiriteros podría tener mas debate pero para un espectáculo que se supone sera para 20 o 30 personas tampoco creo que haga falta.
Lo que no está derogando Carmena.