(...) Lo que permitió el sueño del crecimiento infinito fue la combinación de la capacidad narcótica de la publicidad –descrita por el publicista y escritor Frédéric Beigbeder en su libro 13,99- con el cortoplacismo de la mayoría de los gobiernos, la fe cuasi religiosa en la tecnología, así como el poder de los lobbies construidos en torno a los hidrocarburos, desde las petroleras a la industria del automóvil, pasando por la química.
Pues esa "cuasi religiosa en la tecnología" como lo denomila el articulista, es la que ha conseguido que ahora tengamos los medios tecnologicos para corregirlo y compensarlo.
De no ser asi, aun estariamos en los niveles de desarollo de la era pre-industrial.
Comentarios
Pues esa "cuasi religiosa en la tecnología" como lo denomila el articulista, es la que ha conseguido que ahora tengamos los medios tecnologicos para corregirlo y compensarlo.
De no ser asi, aun estariamos en los niveles de desarollo de la era pre-industrial.
A los curas les es igual el sexo que tengan.
#1 Pues los datos dicen que prefieren un sexo en concreto...
No recuerdo donde leí : los únicos que creen en el crecimiento infinito son los idiotas y los economistas.