No, no fue un golpe de Estado. Los alucinantes acontecimientos sucedidos el miércoles 6 de enero en el Capitolio de Washington, día de Reyes para mayor escarnio, no fueron parte de un golpe de Estado fallido, sino como máximo una mínima insurrección popular. Una insurrección anacrónica y bizarra, pero real. Las imágenes que dejan esas tres horas de vagabundeo por las instalaciones de la ‘casa del pueblo’ tenían aspecto de anacronismo puro.
"No, no fue un golpe de Estado. Los alucinantes acontecimientos sucedidos el miércoles 6 de enero en el Capitolio de Washington, día de Reyes para mayor escarnio, no fueron parte de un golpe de Estado fallido, sino como máximo una mínima insurrección popular. "
Totalmente de acuerdo. Un golpe de estado tiene una intencionalidad a medio o largo plazo. Es un intento de toma del poder por medio de la fuerza y, se supone, una consecución en el mismo. Lo que hizo esta gente fue una mera pataleta. Sabían* que como mucho podrían atrasar el relevo presidencial, pero no impedirlo.
* Quizás esté sobrevalorando la capacidad racional del votante republicano medio, o al menos de los participantes en esos altercados, pero imagino que la mayoría sabían que con la mera irrupción en el Capitolio no iban a conseguir que Trump siguiera siendo presidente ni voltear los resultados electorales.
Comentarios
Bizarro es otra cosa, por más que se empeñen los alfabetos funcionales.
#1 Cierto, bizarro es galante, vistoso, mientras que "bizarro" entendido como extraño es un puro galicismo
"No, no fue un golpe de Estado. Los alucinantes acontecimientos sucedidos el miércoles 6 de enero en el Capitolio de Washington, día de Reyes para mayor escarnio, no fueron parte de un golpe de Estado fallido, sino como máximo una mínima insurrección popular. "
Totalmente de acuerdo. Un golpe de estado tiene una intencionalidad a medio o largo plazo. Es un intento de toma del poder por medio de la fuerza y, se supone, una consecución en el mismo. Lo que hizo esta gente fue una mera pataleta. Sabían* que como mucho podrían atrasar el relevo presidencial, pero no impedirlo.
* Quizás esté sobrevalorando la capacidad racional del votante republicano medio, o al menos de los participantes en esos altercados, pero imagino que la mayoría sabían que con la mera irrupción en el Capitolio no iban a conseguir que Trump siguiera siendo presidente ni voltear los resultados electorales.
Me ha gustado porque dice que lo que pasó en el Capitolio no fue un intento de golpe de Estado.
#3 Y es verdad. Es una patochada llevada a cabo por majaras