Hace 7 años | Por nanobot a theguardian.com
Publicado hace 7 años por nanobot a theguardian.com

Michael Lakey acudió a su gasolinera habitual en Hayden, Alabama, para comprar hielo para una barbacoa, cuando fue recibido con hostilidad y miradas asesinas por el bedel. En el mostrador había una pila de periódicos del tabloide Just Busted, con las fichas policiales de detenidos en la región y los delitos de los que se les acusa. Entre ellas estaba la suya y al lado se podía leer, para su sorpresa: "Acusado de abusar de un menor de 12 años". Pero esa información era errónea. Michael fue multado por haber caducado la matrícula de su coche.

Comentarios

ogrydc

Matrículas que caducan, buen negocio.