Hace 3 años | Por --76276-- a vozpopuli.com
Publicado hace 3 años por --76276-- a vozpopuli.com

En Estados Unidos ha habido dos tipos de votantes, los que votaban a Trump y los que votaban contra Trump. Lo que significa que hay mucha más gente que quiere a Trump como presidente que gente que quiere a Biden, y ahí Trump ha ganado de calle. El odio y el miedo han triunfado por encima de las convicciones. Presidirá así el menos odiado, alguien que no levanta pasiones, alguien por lo tanto más susceptible de ser fiscalizado por la ciudadanía de forma racional. Esto es una buena noticia. Todo lo que sea menos polarización es una buena noticia.

Comentarios

D

De facto ya ocurre también en españa desde hace años, votar en contra del más odiado. Por eso los discursos no apelan tanto a vender una buena gestión propia sino a mostrar al adversario como un monstruo. Ahora mismo con el tema presupuestos lo estamos viendo. No se está criticando tal o cual punto del presupuesto, sino el famoso pacto. El "que vienen los rojos" o "vienen los fascistas" o "vienen los independentistas" es muy viejo en la política española.

D

#1 Tal cual, y cada partido basa su estrategia en decidir a qué parte de la población odiar, unos a los catalanes, otros a los españoles, a los inmigrantes, a los hombres, a los empresarios, a los pobres, etcétera

Gry

Pues como aquí, que no votamos a quien nos gusta si no a quien menos nos disgusta.

toshiro

Y tanto que ha triunfado la idiocracia. Los dos últimos figuras que me he encontrado en Menéame parecen sacados de la película.

D

No le veo yo mucho futuro al chaval de analista político. Entiendo que hoy en día hay demasiada competencia entre youtubers conservadores y toca buscarse la vida, pero es que su resumen de las elecciones de 2020 (votar por el candidato menos odiado) vale perfectamente para las de 2016 (Trump también era el candidato más odiado) y no sirve para explicar la derrota de Hillary Clinton, ni tampoco sirve para explicar la victoria de Joe Biden.

Al juego de odiar al candidato del partido rival juegan los dos partidos, con lo que no cuela la chorrada de que existe más gente que quiere a Trump de presidente. En elecciones Biden se convierte en Creepy Joe para los republicanos y Hillary Clinton en Killary. Intentar simplificar las elecciones americanas, diciendo cosas como que se votó a favor y contra un solo candidato, y no entender para nada lo complejo que es su sistema es lo que ha llevado a ridículos tan espantosos como el del día después de las elecciones, cuando los analistas serios decían que estaba todo abierto y los tertulianos soltaban que había ganado Trump.

Para ganar las elecciones americanas necesitas activar un determinado tipo de votantes en puntos estratégicos de estados clave. El partido que consigue hacerlo gana, el que falla pierde. Los candidatos saben perfectamente qué quieren en cada zona y qué tipo de discursos pueden servir para ganarse su voto, por eso siempre planean estratégicamente los puntos donde van a organizar mítines, qué puntos van a tocar en sus discursos y qué famosos conviene que les acompañe. Es todo asquerosamente complejo, por eso en cada campaña de cada candidato trabajan muchísimos analistas especializados.

Pero aquí en España preferimos soltar un: "nah, es que Trump cae mal y por eso perdió". Trump era el más odiado cuando ganó y cuando perdió. El desprecio que despierta entre la gente no explica su derrota. Es más, de los seis millones de votos que le saca Biden cinco ya los encuentras solo en California, con lo que no te sirven para ganar unas elecciones. Creemos a tertulianos de bar en vez de a verdaderos analistas políticos y después nos sorprendemos al ver cómo es posible que muchos medios de allí pudiesen adelantarse a los acontecimientos de manera tan precisa.