La justificación del cierre de los espacios públicos a celebraciones islámicas en Jumilla, se está dando de un modo muy diferente en el ámbito voxero y pepero. El PP intenta buscar excusas que le alejen de la islamofobia. Las he visto muy peregrinas. La más surrealista es que los niños no pueden jugar en esos espacios cuando los ocupa una gran masa de gente (¿deberíamos prohibir entonces cualquier acto público y dedicarlos en exclusiva a que los niños jueguen?). También les he oído decir que en la fiesta del cordero (solo una de las vetadas) esos animales sufren al ser degollados (¿y lo dicen los mismos que gozan viendo la lentísima agonía del toro en la plaza, y que se oponen a cualquier mejora de las condiciones de vida de los animales en las granjas industriales? Si ése fuera el motivo ¿no tendría más sentido exigir protocolos para minimizar el sufrimiento del animal sacrificado en lugar de prohibir la fiesta?).
A nivel de calle, ayer un simpatizante pepero me decía que veía bien prohibir los actos religiosos islámicos porque ellos prohíben los nuestros en sus países, y que cuando las permitan nosotros debemos permitirles a ellos celebrar en público su fe. Le respondí que no pocos países de mayoría musulmana lo permiten (Indonesia, Egipto, Jordania, Malasia, Indonesia...) aunque otros son tan retrógrados que lo prohíben. Y le pregunté si quería que España retrocediese al nivel de atraso y represión de Afganistán o Somalia.
Por el contrario, Vox va a calzón quitado: prohibimos esas celebraciones porque son islámicas y van contra las tradiciones y la esencia española. Aquí tenéis el texto de la moción que Vox presentó en el Ayuntamiento y fue aprobada x.com/Insomnio5155/status/1953589120732651854 No tiene desperdicio. Podéis buscar en medios las declaraciones de Abascal (la última un tweet) y de líderes locales de Vox en Jumilla en idéntico sentido. Debemos perseguir el islam porque es la Antiespaña ¿Pero de dónde viene esa palabra? Voy a pasaros algunas citas:
«Nuestra Cruzada no es una guerra civil, sino una guerra de liberación nacional contra la Anti-España»
— Francisco Franco, Discurso de Burgos, 1939
«La Anti-España está compuesta por todos aquellos que, con su liberalismo, su marxismo, su masonería y su separatismo, han querido destruir el alma de la Patria»
— Manuel Hedilla, discurso recogido en la prensa falangista (1937)
«Frente a la Anti-España, que vive en la corrupción de los partidos y la descomposición de la política, el nacionalsindicalismo se alza como la voluntad de patria»
— Ramiro Ledesma, “La Conquista del Estado”, 1931
«¡Frente a la Antiespaña roja y separatista, la España eterna que renace en Franco y en la Falange!»
— Arriba, 2 de abril de 1939
«Elegimos o la antiEspaña o la España viva y no vamos a permitir ni la destrucción ni el suicidio de España»,
— Santiago Abascal, abril de 2019.
Ismael Saez, en su libro «España contra España. Los nacionalismos franquistas», resume muy bien el concepto: «La Antiespaña fue el monstruo necesario para edificar una comunidad nacional homogénea, depurada de todo elemento considerado desleal».
Una última cita para entender el contexto. Vox sostiene que Podemos debe ser ilegalizado por no renunciar al marxismo, no creer en la unidad de España y tener «bilis antiespañola» www.antena3.com/noticias/elecciones/elecciones-generales/vox-plantea-i
En Europa, tras la caída del nazismo (y en España tras la caída del franquismo), se dejó atrás la idea, engendrada por los movimientos fascistas y piedra angular de su ideario, de que la gente debe someterse a un pensamiento único supuestamente vinculado con la esencia de su patria. Acogiendo la Declaración Universal de los Derechos Humanos, se concibió a cada individuo como un fin en sí mismo, un ser libre, sensible y racional, con plena legitimidad para construir su plan de vida eligiendo sus convicciones morales, su religión o ausencia de ésta, su modelo de familia, sus aficiones y, en definitiva, su camino.
No somos cabezas de ganado en un rebaño, somos seres libres e iguales, y la misión del Estado es servir de casa común para que, con la contribución de todos, gocemos de los recursos, las oportunidades y la libertad para desarrollar nuestra personalidad y ser nosotros mismos en condiciones de dignidad. Lo que nos une no es la Virgen del Pompillo, la romería de San Ildefonso, los toros o el Día del orgullo macho. Lo que nos une es el respeto mutuo, el reconocimiento de nuestro supremo valor como personas independientemente de nuestras creencias y la lucha por construir las condiciones materiales que garanticen esa dignidad.
Lamentablemente, sigue habiendo fascistas, y hoy están más fuertes que nunca. Y conforme se van sintiendo más poderosos, van expresando de modo cada vez más abierto y sin complejos su programa genuinamente franquista (sobre el tema escribí este texto www.meneame.net/m/Artículos/juan-manuel-prada-vox-disciplina-arcano). Para ellos, España son ellos y sólo ellos. Su ideología arcaica y su tradicionalismo mohoso. Su homofobia, su machismo, su caciquismo pueblerino, su oscurantismo, su represión política, su clasismo, su folklore casposo, su imposición de un ultracatolicismo preconciliar en la vida civil, su abolición de la justicia y sustitución por la caridad de misa de domingo. Da igual que la mayoría de españoles sintamos arcadas ante todo eso. Para ellos es el orden natural de las cosas y se sienten legitimados para imponerlo por la fuerza invadiendo ámbitos de libertad (política, de conciencia, religiosa...) que hace casi 80 años se declararon como derechos humanos universales. Véase, a modo de ejemplo, que fueron el único partido que votó en contra de la condena parlamentaria a la prohibición del desfile del orgullo gay en Hungría www.democrata.es/actualidad/el-congreso-solicita-gobierno-rechace-proh
Por eso no podemos tragar con lo de Jumilla. Primero por justicia y defensa del derecho universal de todo el mundo a ejercer sus derechos fundamentales a la libertad religiosa, de reunión...y a no ser discriminados por razón de su credo (art. 14 CE). Y segundo porque cuando acaben con los musulmanes irán a por comunistas, ateos, masones, maricones, feminazis...en definitiva, a por todo aquel que no abrace la cárcel hedionda y tenebrosa en que pretenden convertir España. No pasarán.
Dentro de las prácticas de clickbait, esta de La Razón (mejor no pinchar) es de las más asquerosas: pongo un titular sensacionalista, medio artículo sobre ello, para luego al final decir que es mentira y, con todo morro, advertir sobre la difusión de este tipo de noticias.
Para que no quede duda, pongo las cifras oficiales de asesinatos en Cataluña por años (353 es hasta superior a total de real de toda España):
Aquí hay dos capas distintas: lo que dicen en público y lo que hacen en la práctica.
Y sí, hay intereses ocultos o, al menos, poco reconocidos, que explican la resistencia al teletrabajo en España, tanto en empresas como en la administración y organismos como fundaciones hospitalarias.
Estos son los motivos no oficiales por los que los grandes partidos y administraciones frenan el teletrabajo:
💡 En resumen:
Ni PP, ni VOX, ni PSOE han apostado en serio por el teletrabajo, y todos, en distinta medida, protegen intereses que se benefician de la presencialidad: inmobiliarias, transporte, hostelería y estructuras jerárquicas internas.
La diferencia es que PP y VOX lo dicen más abiertamente (“la oficina es lo natural”), mientras que PSOE lo suaviza en el discurso pero lo limita en la práctica.
Exacto, y ese es uno de los puntos más frustrantes del caso español: en ciudades como Madrid hay un porcentaje altísimo de empleos que podrían hacerse en remoto, pero el nivel real de teletrabajo está muy por debajo de su potencial.
Si Madrid aplicara políticas activas (y cambiara mentalidades), no solo reduciría el tráfico y la contaminación, sino que también podría descongestionar la ciudad, permitiendo que mucha gente se fuera a vivir a zonas intermedias o pueblos cercanos… frenando justo esa España vaciada que tantas veces hemos hablado tú y yo.
Yo aquí veo un paralelismo claro: el teletrabajo es, en cierto modo, la herramienta que podría haber redistribuido población sin necesidad de esperar a un colapso.
Esa excusa es un clásico para no mover un dedo.
Es como decir: "No todos los coches pueden ser eléctricos, así que mejor no hacemos cargadores para ninguno" — un razonamiento que suena lógico si lo dices rápido, pero que en la práctica es una trampa para justificar la inacción.
En Madrid, el grueso del empleo no es hostelería ni oficios manuales como fontaneros o albañiles.
Según la Encuesta de Población Activa y datos de la CAM:
Es decir: aunque bares y obras sean muy visibles en la calle, no son la mayoría de puestos ni justifican que el teletrabajo siga siendo anecdótico.
La verdad es que este discurso de "si no todos pueden, que nadie pueda" es muy útil para quienes quieren que todo siga como está:
oficinas llenas, alquileres disparados, transporte saturado y gente atrapada en las grandes ciudades.
Después de la ola de calor anterior en Junio y principios de Julio, en la que llegamos a niveles record de calor. El junio más caluroso desde que se tienen datos. Después de esto llegó los incidentes raciales de Torre Pacheco.
Ahora que estamos en otra ola de calor, la polémica servida y artificial es en Jumilla, dónde PP y Vox tratan de limitar libertades fundamentales de manera artificial. Saben que no va a ningún lado pero va a agitar a todo el mundo.
Y ¿Qué tiene que ver todo esto lo uno con lo otro? Pues en primer lugar, antes de Torre Pacheco y el incidente xenófobo, lo que aparecía en las búsquedas al buscar España o Spain eran problemas climáticos, calor en exceso... Y eso se ha visto en muchos sitios repercutido dónde el consumo ha bajado. En Málaga mismo el propio alcalde acusa la caída del consumo nacional al cambio climático.
Después de los incidentes lo que veíamos en las búsquedas era los ataques fascistas inmigrantes, ya no veías calor ni cambio climático en los algoritmos, veías fascismo.
En este caso es lo mismo. Tenemos otra ola de calor y ellos agitan problemas inexistentes, limitando derechos que no van a ninguna parte y tapando los problemas reales, de calor, o incluso el de la vivienda.
Es una forma de posicionar contenidos en redes sociales y algoritmos, lo que más se agita, lo más polémico como el fascismo, la xenofobia e inmigración que generan debate tapan otros problemas, en este caso el climático pero también los económicos como problemas con la vivienda, especulación...
menéame