Los nanoplásticos son partículas extraordinariamente pequeñas (de 1 a 100 nanómetros) que se pueden permanecer suspendidos en el aire y pasar la barrera de células nuestras, instalándose en nuestros órganos. O a través de la comida. Tan pequeños que había problemas para estimarlos. Por primera vez científicos estimaron cuántas partículas de ellos hay solo en el Océano Atlántico Norte: 27 millones de toneladas flotan en la franja que va del final del Océano Ártico al Ecuador.
- Paper (abierto):
www.nature.com/articles/s41586-025-09218-1
En primer lugar, explica la forma en que disminuye el tamaño de partículas desde micro a nano, que es principalmente la fotodegradación.
En segundo lugar, a ese tamaño no hay forma de sedimentar esas partículas, de manera que actualmente forma la parte más grande de la contaminación de las aguas marinas. También pueden ser transportadas por el viento.
En tercer lugar, con ese tamaño puede atravesar la barrera celular (probablemente por endocitosis, esto es de mi cosecha) y acumularse en los órganos. El propio estudio cita papers en los que se establece posibles perjuicios para la vida marina.