La existencia de los agujeros negros es una idea desconcertante, especialmente si se considera que miles de millones de ellos podrían poblar el cosmos.
Durante décadas en el siglo XX, físicos eminentes se negaron a creer que pudieran ser reales, ignorando lo que predecían las matemáticas. Entre estos escépticos se encontraba incluso Albert Einstein, cuya propia teoría de la relatividad general hizo posibles los agujeros negros.
"Desde una perspectiva del siglo XXI, la idea de que un miembro de la iglesia cristiana esté en el centro de la vida científica puede parecer sorprendente. Pero, como la mayoría de los intelectuales del siglo XVIII, Michell no hizo la distinción entre religión y ciencia."
#2 Quiza se deba a que la ciencia estaba en pañales y la religion imperaba en la vida de todo el mundo y el ateismo era algo sumamente raro en aquella epoca. Por que en aquella epoca no se hiciera distincion entre religion y ciencia no significa que ere bien o no sean antagonistas. Hoy dia sin duda tenemos una ciencia bien asentada y consideramos ambas cosas, generalmente, opuestas. Una se basa en la fe, otra en la recopilacion de pruebas y en metodos comprobables y replicables.
Comentarios
Estrellas invisibles desde la tierra, que no agujeros negros.
Edit #0 Está idea hoy no es ciencia. Quizás cultura y divulgación?
#1 Quizás. ¿Serías tan amable de cambiar la categoría?
"Desde una perspectiva del siglo XXI, la idea de que un miembro de la iglesia cristiana esté en el centro de la vida científica puede parecer sorprendente. Pero, como la mayoría de los intelectuales del siglo XVIII, Michell no hizo la distinción entre religión y ciencia."
Se les va caer el monóculo a muchos meneantes.
#2 Quiza se deba a que la ciencia estaba en pañales y la religion imperaba en la vida de todo el mundo y el ateismo era algo sumamente raro en aquella epoca. Por que en aquella epoca no se hiciera distincion entre religion y ciencia no significa que ere bien o no sean antagonistas. Hoy dia sin duda tenemos una ciencia bien asentada y consideramos ambas cosas, generalmente, opuestas. Una se basa en la fe, otra en la recopilacion de pruebas y en metodos comprobables y replicables.