Los lagos subglaciales resultan difíciles de estudiar porque están sepultados bajo capas de hielo que pueden tener un grosor de centenares de metros o incluso varios kilómetros. Pero existe un lugar en la Antártida en el que el agua de uno de estos lagos «invisibles» sale a la luz: la Cascada de Sangre.
Comentarios
Que bien escribe Jordi Pereyra, cojones.
"En primer lugar, aclaremos lo obvio: el líquido que emana de esta «cascada» no es sangre de verdad."
No jodas
Es la madre tierra sangrando por la puñalada que le hemos metido.