Los perros de Chernóbil que sobrevivieron a la catástrofe han convertido a sus descendientes en laboratorios andantes. Podrían tener la clave para entender cómo funciona el sistema inmune y mejorar los tratamientos contra el cáncer.
Lean lo que ha pasado y está pasando con Chernobyl durante la guerra, no nos vamos a enterar de las consecuencias en los solados, y civiles. https://movimientoibericoantinuclear.com/2023/04/26/37aniversariochernobil/
Las tropas rusas demostraron no ser conscientes de los riesgos que estaban corriendo cuando ocuparon Chernobyl: cavaron trincheras en suelos radiactivamente contaminados, destruyeron sensores de control de radiaciones en la zona, quemaron vegetación del “bosque rojo”, sobre el que cayó material del núcleo del reactor en 1986, e incluso se llevaron objetos activados radiactivamente como recuerdo.
Probablemente la situación más grave que provocó la guerra fue la pérdida de suministro eléctrico para la refrigeración de las piscinas donde se almacena el combustible nuclear retirado de los reactores (unos 20.000 elementos). Sin refrigeración en las piscinas puede acumularse hidrógeno y causar una explosión que disemine, de nuevo, material muy radiactivo. Los cortes de las líneas eléctricas a Chernóbil fueron múltiples, pero hubo días de muy alta tensión a principios de marzo, cuando el complejo nuclear dependía exclusivamente de los generadores diésel de emergencia con reserva de gasoil solo para 48 horas.
Los operarios a cargo de los sistemas tuvieron que hacer lo posible por seguir con su trabajo y evitar el desastre, bajo el acoso de las tropas rusas, que no parecían tener instrucciones ni formación sobre la importancia de sus tareas. Además no permitieron el relevo de plantilla, el turno laboral del 25 de febrero de 2022 se alargó en 24 días más.
En cuanto comenzó la invasión se detectó un incremento de radiación en el aire, que fue atribuido al movimiento del suelo contaminado por los transportes pesados del ejército. Cuesta creer que la situación no empeorara durante la ocupación. Sin embargo, tras la retirada rusa, cuando en abril de 2022 la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) acudió a la zona, declaró que los niveles de radiación eran «normales» y no constituían un problema importante para el medio ambiente o la seguridad pública. Otras mediciones no concuerdan con eso. Por ejemplo, en julio Greenpeace fue invitada por las autoridades ucranianas a visitar la zona, y sus mediciones dieron valores de radiación hasta tres veces superiores a los del OIEA.
En plena guerra es muy difícil llevar a cabo un buen examen del área de exclusión de Chernóbil, para empezar porque la mayor parte de los 2.600 km² de la zona no fue revisada ni limpiada de minas. Ahora son una amenaza para los científicos y los trabajadores que llevan a cabo los control de la radiación.
Tal vez no haya otra invasión de Chernóbil, pero el riesgo de la energía nuclear en guerra sigue vigente para los 15 reactores ucranianos. Ya se ha comprobado con los ataques a Zaporiya que las centrales nucleares no pueden protegerse y que no pueden lograrse acuerdos para mantenerlas al margen de las batallas. Incluso en parada, tanto las centrales como los almacenes de residuos pueden ser armas contra el territorio que las alberga.
El Movimiento Ibérico Antinuclear (MIA) declara su apoyo al pueblo ucraniano y a la población rusa que rechaza esta guerra. Solo cabe decir, otra vez, no a la guerra. En palabras del MIA: “Ni Putin, ni OTAN: exigimos la desnuclearización civil y militar, para la creciente escalada de belicismo y que no haya más daños en una región que ha sufrido el peor accidente nuclear civil de la historia”.
El misterio es que los científicos son unos listos, unos pedantes y unos sabelotodo. ¡¡¡Pedid perdón por tanto error!!!! que falláis más que una escopeta de feria. Tanto paper, tanto paper... tanto par!!!! que os revisen los c*******!!!!!
#1 como científico me siento ultrajado por este comentario medieval. Reportado por incitación al odio hacia un colectivo que a salvado a la humanidad en innumerables ocasiones
#4 Católico, y a mucha honra. Y harto de que científicos, sin ninguna formación teológica, se atrevan a opinar sobre la existencia de Dios. ¡Más teología en la astrofísica!
#1 ser católico no implica hacer apología de la ignorancia. La ciencia tiene su sitio que es la razón y por eso está sometida a ser refutada, mientras que la religión se basa en la fe que por irracional es infalible e inmutable....ni tienen nada que ver ni son comparables....aparta tus mitos de mis teorías.....y te lo dice un creyente....
Comentarios
#7 la próxima vez que te rompas un hueso rézale a un trozo de madera, no vayas al médico
#10 Ese es el argumento. Cuando queráis hablar de Dios no busquéis en un experto en materia.
#22 experto en materia o en energía? Me da lo mismo
Lean lo que ha pasado y está pasando con Chernobyl durante la guerra, no nos vamos a enterar de las consecuencias en los solados, y civiles.
https://movimientoibericoantinuclear.com/2023/04/26/37aniversariochernobil/
Las tropas rusas demostraron no ser conscientes de los riesgos que estaban corriendo cuando ocuparon Chernobyl: cavaron trincheras en suelos radiactivamente contaminados, destruyeron sensores de control de radiaciones en la zona, quemaron vegetación del “bosque rojo”, sobre el que cayó material del núcleo del reactor en 1986, e incluso se llevaron objetos activados radiactivamente como recuerdo.
Probablemente la situación más grave que provocó la guerra fue la pérdida de suministro eléctrico para la refrigeración de las piscinas donde se almacena el combustible nuclear retirado de los reactores (unos 20.000 elementos). Sin refrigeración en las piscinas puede acumularse hidrógeno y causar una explosión que disemine, de nuevo, material muy radiactivo. Los cortes de las líneas eléctricas a Chernóbil fueron múltiples, pero hubo días de muy alta tensión a principios de marzo, cuando el complejo nuclear dependía exclusivamente de los generadores diésel de emergencia con reserva de gasoil solo para 48 horas.
Los operarios a cargo de los sistemas tuvieron que hacer lo posible por seguir con su trabajo y evitar el desastre, bajo el acoso de las tropas rusas, que no parecían tener instrucciones ni formación sobre la importancia de sus tareas. Además no permitieron el relevo de plantilla, el turno laboral del 25 de febrero de 2022 se alargó en 24 días más.
En cuanto comenzó la invasión se detectó un incremento de radiación en el aire, que fue atribuido al movimiento del suelo contaminado por los transportes pesados del ejército. Cuesta creer que la situación no empeorara durante la ocupación. Sin embargo, tras la retirada rusa, cuando en abril de 2022 la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) acudió a la zona, declaró que los niveles de radiación eran «normales» y no constituían un problema importante para el medio ambiente o la seguridad pública. Otras mediciones no concuerdan con eso. Por ejemplo, en julio Greenpeace fue invitada por las autoridades ucranianas a visitar la zona, y sus mediciones dieron valores de radiación hasta tres veces superiores a los del OIEA.
En plena guerra es muy difícil llevar a cabo un buen examen del área de exclusión de Chernóbil, para empezar porque la mayor parte de los 2.600 km² de la zona no fue revisada ni limpiada de minas. Ahora son una amenaza para los científicos y los trabajadores que llevan a cabo los control de la radiación.
Tal vez no haya otra invasión de Chernóbil, pero el riesgo de la energía nuclear en guerra sigue vigente para los 15 reactores ucranianos. Ya se ha comprobado con los ataques a Zaporiya que las centrales nucleares no pueden protegerse y que no pueden lograrse acuerdos para mantenerlas al margen de las batallas. Incluso en parada, tanto las centrales como los almacenes de residuos pueden ser armas contra el territorio que las alberga.
El Movimiento Ibérico Antinuclear (MIA) declara su apoyo al pueblo ucraniano y a la población rusa que rechaza esta guerra. Solo cabe decir, otra vez, no a la guerra. En palabras del MIA: “Ni Putin, ni OTAN: exigimos la desnuclearización civil y militar, para la creciente escalada de belicismo y que no haya más daños en una región que ha sufrido el peor accidente nuclear civil de la historia”.
Serpiente de verano
Perros radioactivos de Chernóbil: una lección de supervivencia
Perros radioactivos de Chernóbil: una lección de s...
nationalgeographic.es#0 y no será también plagio?
#7 Oye. Quién fija la teología? Hay algún comité o algo?
#8 Hay muchas variantes, cada una con su expedidor de títulos.
https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Confesiones_religiosas_cristianas#Catolicismo
Algunos títulos son caros de narices.
https://www.lavozdegalicia.es/noticia/coruna/2015/11/07/santidad-cuesta-500000-euros/0003_201511H7P29991.htm
#11 Claro, y Teología, pero de qué dios? El verdadero o las copias?
#13 Esa ya se la debe saber..... todos los demás son herejías.
Aplicable para cada una de las "iteraciones".
#7 ¿Y lo dices porque los teólogos no opinan sobre ciencia ¿verdad? Amosandaaaaaa
#5 Tu evangélico del otro lado del charco ¿no?. Pues yo ateo, ateo que te cagas. No creo que tengas mucho futuro por aquí.
#19 vosotros sí que no tenéis futuro. Vuestro nihilismo os lleva a vuestra extinción. Nosotros sí nos reproducimos.
El misterio es que los científicos son unos listos, unos pedantes y unos sabelotodo. ¡¡¡Pedid perdón por tanto error!!!! que falláis más que una escopeta de feria. Tanto paper, tanto paper... tanto par!!!! que os revisen los c*******!!!!!
#1 como científico me siento ultrajado por este comentario medieval. Reportado por incitación al odio hacia un colectivo que a salvado a la humanidad en innumerables ocasiones
#3 Él es más de libros mágicos, no? #1?
#4 Católico, y a mucha honra. Y harto de que científicos, sin ninguna formación teológica, se atrevan a opinar sobre la existencia de Dios. ¡Más teología en la astrofísica!
#3 ¡¡Más ultrajado me siento yo con tanto timo científico!!
https://groups.google.com/g/boletin-scielo-mexico/c/tVtV3M9tQ5Y?pli=1
#3 lástima de la hache. De eso no te salva ningún científico.
#14 Y por eso merezco arder en la hoguera. mis disculpas, pero me ha hervido la sangre y no he reparado en el error.
#16 a mi también me ha tocado mucho los cojones.
#1 provocando... Lastima
#1 Hijo mío, existen caracoles de hierro que viven a temperaturas hirviendo que son casi como los Pokémon en la vida real.
#1 Parece que alguien quiere imitar al nunca olvidado Profesor... sigue intentandolo.
#1 ser católico no implica hacer apología de la ignorancia. La ciencia tiene su sitio que es la razón y por eso está sometida a ser refutada, mientras que la religión se basa en la fe que por irracional es infalible e inmutable....ni tienen nada que ver ni son comparables....aparta tus mitos de mis teorías.....y te lo dice un creyente....