Publicado hace 2 años por estemenda a gastronomiaycia.republica.com

El síndrome de la pechuga de madera se da cuando una pechuga de pollo integra fibras musculares duras y elásticas, eso hace que su textura sea gomosa y, por tanto, difícil de comer. Se trata de un problema que causa grandes pérdidas a la industria avícola, para tener una idea, como explicábamos aquí, en 2017 se calculaba que un 10% de los filetes de pechuga de pollo que se comercializaban en el mundo estaban afectados por el síndrome.

Comentarios

estemenda

Yo era de comprar pechuga de pollo casi como fuente exclusiva de carne y dejé de comerla hace un tiempo porque me salían los filetes gomosos a veces. Resulta que es a causa del engorde abusivo y afecta en España al 7% de las aves de corral, y en EEUU al 25%.
Relacionada: https://gastronomiaycia.republica.com/2017/06/20/sindrome-de-la-pechuga-de-madera/

estemenda

#2 Hostia pues voy a volver yo a comprarla que de un tiempo a esta parte es que no me miran las señoras lol

mariKarmo

#2 a ver, yo me hice homosexual por comer pollas, no pollos. Quizá el hombre se ha confundido.

Dejémoslo en polles.

Kasterot

Quien lo iba a decir, meter comida casi por embudo ( y quizás lo que no se comida) da problemas a los animales.
Luego le das de comer pollo de campo a un niño, y ni le gusta, ni sabe lo que come de lo diferente que es al pollo que nos venden en los comercios

thoro

#3 Por que el pollo de campo es duro y tiene sabor a campo. Riquísimo, eso sí. Pero 10 veces su coste en cebo.

Homertron3

#3 pero eh!! tranquilo que han descubierto la solución, en lugar de quitar el embudo se empuja con fuerza minerales y aditivos y apañao...

Menuda aberración

Mike_Zgz

#3 Eso es, pasa porque los pobre bichos tienen una vida de mierda, así que el parche es probar con aditivos alimentarios ricos en oligoelementos, antioxidantes dietéticos y compuestos minerales, pero la clave está en este párrafo:

"No se quiere abandonar la cría y engorde intensivo y se recurre a todo tipo de aditivos para ello. Cuando la mejor solución es dejar que los pollos crezcan y engorden a un ritmo natural, la carne sería mejor, los pollos tendrían unas mejores condiciones al abogar por el bienestar animal y seguramente el problema del síndrome de la pechuga de madera apenas tendría incidencia, pero esto parece que no entra en los planes de la industria."

Necesitamos una ley que obligue a tener un etiquetado claro sobre bienestar animal, saber qué tipo de carne estamos consumiendo, si proviene de animal maltratado o de un animal que ha tenido una vida algo digna (claro que si el kilo cuesta 3€ ya podemos intuir cómo ha sido esta vida), y así, al igual que pasa con los huevos, elegir con algo de más conciencia.

D

mejor un pollo con fibra que con una polea en medio