El crítico cultural Alberto Adsuara (Valencia, 1961) siempre se ha caracterizado por cultivar la disidencia. Su última publicación se titula Del arte y su obsolescencia (Casimiro, 2020), donde muestra su rechazo al ecosistema del arte contemporáneo, cada vez más dócil y mendicante respecto al Estado. El texto argumenta con ejemplos el callejón sin salida que hoy encaran el mercado, los museos y la inmensa mayoría de los artistas. La parte central es una carta abierta al mundo del arte donde expone de manera rotunda las grietas del sector.
Comentarios
Que tontería esa que a la gente le guste comer
#1 Una cosa no quita de la otra.
Toda generalización, incluida esta, es falsa.
#3 Todos los artistss son yonquis del oxígeno.
#5 Tampoco. Hay casos de suicidio.
#7 maravillosa jugada.
Conozco gente de esa, van de alternativos y antisistemas, pero ponen el cazo como el primero. Yo los llamo "rebeldes a sueldo municipal" porque en los ayuntamientos tienen a sus principales paganinis. Especialmente cuando estos tienen que justificar su apoyo a la cultura y a la modernidad urbana y tal.
Como casi todo el mundo.
Trabajamos por dinero y, a veces, no hacemos el trabajo que nos gusta sino el que nos da de comer.
¿Quién no le ha reído una gracia al jefe para conseguir una mejora laboral o económica en el trabajo? Pues es lo mismo.