Estos días he visto cosas que jamás me hubiera imaginado que podían suceder. Docentes recibiendo a su alumnado vestidos de playa, otros que hacían una performance de un baile determinado, algunos participando en el montaje de una especie de fotomatón en el que daban entradas a su alumnado y el mismo debía pasar por debajo de unas cintas. Y estoy hablando solo de lo más mediático que hemos conocido estos días. Da la sensación que para algunos centros educativos y equipos directivos sea mucho más importante el espectáculo que la profesión.
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Seguro que a algunos les parece maravilloso participar en ciertas cosas. Seguro que hay quienes van a defender que, lo de bailecitos, tiktoks y difusión en los medios es algo que mola. Hay quienes ya están pensando en qué actividad surrealista van a realizar con su alumnado. Incluso hay quienes gamifican por encima de la propia gamificación. El problema es que, al final, todo lo anterior va en detrimento de muchas cosas. Y a mí lo que me preocupa es que mi alumnado aprenda. Eso no implica que, dentro del aula, no puedan hacerse cosas, como se han hecho toda la vida, más o menos divertidas. En este post estoy hablando de otra cosa.
#1 Amén
Cuando lo importante es que se lo pasen bien en clase en lugar de que aprendan... así nos va. Y después ya no hablemos de los continuos cambios legislativos con la consecuente carga de trabajo burocrático que conllevan...
En el último instituto en el que estuve, viví cosas parecidas.
La orientadora, en las reuniones semanales de tutores, nos imponía gilipolleces de ese tipo, que hacían en el colegio de sus hijas. Pensaba que las performances para niños eran extrapolables a los adolescentes del centro. Me planté varias veces, diciéndole que me negaba a ello y que por supuesto no iba a proponer la actividad a los alumnos de mi tutoría, para sorpresa de los demás tutores, acostumbrados a decir que sí a todo, de manera más o menos aborregada, sin pararse a pensar en por qué se haría.
A partir de ese momento, esa orientadora "chachiguay" se propuso hacerme un apartheid en toda regla, porque por lo visto, a ella nadie le podía decir que no. No acabé el curso porque la situación se hizo tan tensa y el acoso tan evidente que me tuve que pedir la baja.
Hay hijos de puta narcisistas y luego están aquellos que valiéndose de su estatus o posición, te pisan el cuello, la dignidad y las ganas de trabajar.
La educación es un espectáculo y se oyen cosas en los claustros como: para qué van a estudiar gramática, si no saben escribir correctamente. Seguro que no saben escribir correctamente porque la misma persona que dice para qué van a estudiar gramática dijo hace años: para qué sirven los dictados.
Hemos confundido que la educación no entre con sangre con que los centros educativos sean una ludoteca donde, ya si eso, se aprenda algo.
Tenemos lo que algunos han querido, el problema se dará cuando el alumno se transforme en un trabajador, y se de cuenta que ni sabe lo que necesita, ni sabe mantener la compostura en el trabajo ni tampoco sabe cómo gestionar su propia frustración
Nuevas hornadas de profesores sin sentido común ni del ridículo. Qué penita dan.
La instagramizacion de la sociedad, todo por la foto cuqui o la presentación resultona y llamativa, lo de buscar un resultado ya tal...
Más tonterías que un mueble bar.
- Un momento Doc, ¿De qué estás hablando? ¿Qué nos ocurre en el futuro, nos volvemos gilipollas o algo parecido?
- Tus hijos se volverán tan gilipollas gracias a la degradación de la enseñanza que será un milagro si saben escribir su nombre completo y sin faltas de ortografía.