El año pasado atendieron a 113 estudiantes entre este centro y el que tienen en Latina, y su tasa de éxito es elevada: el 82% de los menores que pasan aquí la expulsión no reincide.
Esa frase tiene que venir de un periodista, espero que a un verdadero profesional no se le ocurra decir semejante burrada estadística.
No tiene barrotes. En mis tiempos el aula para los elementos que renegaban del sistema educativo e imponían su ley en el centro acababan en un aula que hacía veces de biblioteca y otras de habitación de usos múltiples con el mobiliario reventado, las paredes pintadas y los cristales de las ventanas llenas de mocos.
#1 Son unos privilegiados, a mí me largaron al duro invierno de un pueblo pequeño sin poder ir a casa que no sabían nada y vagabundeando sin rumbo por calles deshabitadas.
#1 Perdón, te he votado negativo por torpe. Sólo quería contestar a tu comentario. En mi centro tenemos una de esas salas específicamente para aquellos alumnos con comportamientos disruptivos. A mí personalmente, me parece una medida estúpida entre otras razones porque quién allí recala, suele ser reincidente. Los hay que tienen un "abono" casi diario. Siempre lo he comentado en los claustros de final de curso y vuelvo a sacar el tema a principio de curso. El año pasado, la jefatura de estudios ideó lo que considero un paso más allá en la resolución de estos abonados a esa sala. Decidieron darles a los chavales monos, máscaras, brochas y cubos de pintura blanca. Ya te podrás imaginar para qué. Esto fue a mitad de curso, porque entre otras cosas, las paredes de la misma era un despropósito de grafittis a cual más grosero e insultante. Resultado, hasta junio la sala no solo permaneció impoluta y resplandeciente, sino que pasaban semanas sin que nadie la ocupara. Desgraciadamente, este curso, del que llevamos dos meses vamos viendo cómo de nuevo los mismos de siempre (eso sí, no los del curso anterior, que han abandonado el centro) van ocupando día tras día, hora tras hora la sala.
Al margen del hecho que ocupa estas conversaciones, hay un problema de fondo del que casi nadie habla. Y es que cómo poder reenganchar a estos alumnos que (se) están margina(n)do del sistema educativo para que al menos salgan con algo parecido a un diploma del instituto. Obviamente, la LOMCE tampoco aporta demasiadas posibilidades, al margen de la FP Básica, que personalmente considero que debería implantarse algo más temprano en algunos casos.
Comentarios
El año pasado atendieron a 113 estudiantes entre este centro y el que tienen en Latina, y su tasa de éxito es elevada: el 82% de los menores que pasan aquí la expulsión no reincide.
Esa frase tiene que venir de un periodista, espero que a un verdadero profesional no se le ocurra decir semejante burrada estadística.
En mi centro tenemos una de esas salas específicamente para aquellos alumnos con comportamientos disruptivos.
#5 ¿Ahora llaman así a los alumnos gilipollas? Me encanta la neolengua...
Aulas de convivencia, un invento de hace un montón de años. No veo la novedad.
No tiene barrotes. En mis tiempos el aula para los elementos que renegaban del sistema educativo e imponían su ley en el centro acababan en un aula que hacía veces de biblioteca y otras de habitación de usos múltiples con el mobiliario reventado, las paredes pintadas y los cristales de las ventanas llenas de mocos.
#1 Son unos privilegiados, a mí me largaron al duro invierno de un pueblo pequeño sin poder ir a casa que no sabían nada y vagabundeando sin rumbo por calles deshabitadas.
#1 Perdón, te he votado negativo por torpe. Sólo quería contestar a tu comentario. En mi centro tenemos una de esas salas específicamente para aquellos alumnos con comportamientos disruptivos. A mí personalmente, me parece una medida estúpida entre otras razones porque quién allí recala, suele ser reincidente. Los hay que tienen un "abono" casi diario. Siempre lo he comentado en los claustros de final de curso y vuelvo a sacar el tema a principio de curso. El año pasado, la jefatura de estudios ideó lo que considero un paso más allá en la resolución de estos abonados a esa sala. Decidieron darles a los chavales monos, máscaras, brochas y cubos de pintura blanca. Ya te podrás imaginar para qué. Esto fue a mitad de curso, porque entre otras cosas, las paredes de la misma era un despropósito de grafittis a cual más grosero e insultante. Resultado, hasta junio la sala no solo permaneció impoluta y resplandeciente, sino que pasaban semanas sin que nadie la ocupara. Desgraciadamente, este curso, del que llevamos dos meses vamos viendo cómo de nuevo los mismos de siempre (eso sí, no los del curso anterior, que han abandonado el centro) van ocupando día tras día, hora tras hora la sala.
Al margen del hecho que ocupa estas conversaciones, hay un problema de fondo del que casi nadie habla. Y es que cómo poder reenganchar a estos alumnos que (se) están margina(n)do del sistema educativo para que al menos salgan con algo parecido a un diploma del instituto. Obviamente, la LOMCE tampoco aporta demasiadas posibilidades, al margen de la FP Básica, que personalmente considero que debería implantarse algo más temprano en algunos casos.
Y UNA POLLA, yo me lo tomaba como unas vacaciones.
Total, iba adelantado...
así no molestan. que queréis que os diga. si no les gusta a los padres de estos chicos. que se esfuerzen en corregir la actitud de sus hijos.